Aunque la emergencia por sequía haya concluido este verano en Barcelona gracias a las lluvias del pasado junio, no es prudente bajar la guardia. Los embalses que conforman la cuenca del sistema Ter-Llobregat, que abastece a las provincias de Barcelona y Girona, continúan con una tendencia descendente tras volver en su momento álgido a una capacidad de aproximadamente el 40%.
Esa cifra queda ya de nuevo lejos, según los últimos datos de la Agència Catalana de l'Aigua (ACA). En la última semana, la capacidad total se ha reducido en un 1%, pasando del 32,71% al 31,74% de este martes.
Los embalses de la cuenca hidrográfica presentan, de media, 194,29 hectómetros cúbicos de agua. Cabe destacar que, en comparación, el año pasado presentaban un 151,55 hectómetros cúbicos.
Estado de las cuencas en Catalunya
En el conjunto del Principado, las cuencas internas se encuentran al 30%, lo que supone un descenso del 0,9% respecto a la semana anterior. Por otra parte, si se compara con inicios de septiembre de 2023, estos se encontraban al 23,75% de su capacidad, es decir, un 6,25% menos.
Los datos a inicios de otoño son más favorables que los de hace un año. No obstante, no se puede obviar que se ha recuperado una tendencia descendente que, de no remediarse, podría precipitar de nuevo la adopción de medidas anti-sequía en los próximos meses.
Queda por ver, no obstante, cómo afectará el nuevo frente lluvioso que se cierne sobre Catalunya y que ya ha dejado este martes los primeros episodios con precipitaciones.