Ubicado a poco más de una hora de Barcelona, el Castillo de Montesquiu es un auténtico tesoro histórico de Catalunya que data del siglo XIII. Este impresionante edificio, situado en la comarca de Osona, ha resistido el paso del tiempo y hoy se erige como uno de los castillos mejor conservados de Osona.
De propiedad privada a un espacio público
El castillo fue originalmente una fortaleza medieval utilizada con fines defensivos, pero con el tiempo pasó a ser una residencia señorial privada. Durante siglos, familias nobles habitaron sus muros, destacando la familia Juncadella, que fue propietaria del castillo hasta mediados del siglo XX. Sin embargo, en 1972, el último propietario, Emili Juncadella, legó el castillo al Estado, lo que permitió que se abriera al público y se convirtiera en un espacio cultural y de esparcimiento.
Hoy en día, el castillo es propiedad de la Diputación de Barcelona, que ha trabajado en su conservación y restauración. Gracias a estas intervenciones, el Castillo de Montesquiu conserva gran parte de su estructura original, lo que lo convierte en uno de los castillos medievales mejor preservados de Cataluña.
Una visita asequible para todos
A pesar de su imponente historia y su excelente estado de conservación, el Castillo de Montesquiu es accesible para todo tipo de público. Por tan solo cuatro euros, los visitantes pueden recorrer sus salas, patios y jardines, y descubrir los secretos que esconde entre sus gruesos muros de piedra. La entrada incluye una visita guiada que permite conocer en detalle la historia del castillo y su evolución a lo largo de los siglos.
Además del castillo en sí, la visita ofrece la oportunidad de disfrutar del Parque del Castillo de Montesquiu, un extenso espacio natural que rodea la fortaleza. Los amantes de la naturaleza podrán pasear por sus senderos, que ofrecen vistas espectaculares de los paisajes montañosos del Bisaura, un rincón de Catalunya poco conocido pero de una belleza incomparable.
Un destino lleno de historia y encanto
Recorrer el Castillo de Montesquiu es como hacer un viaje en el tiempo. Cada sala, cada rincón, está impregnado de la historia de los antiguos señores feudales que lo habitaron. Las visitas guiadas permiten apreciar detalles como los antiguos muebles y elementos decorativos que evocan la vida en la Edad Media, pero también permiten conocer cómo el castillo se fue adaptando a los cambios sociales y políticos de los siglos posteriores.
Este castillo no solo es un ejemplo excepcional de arquitectura medieval, sino que también es testigo de la evolución de la vida en Cataluña a lo largo de más de 700 años. Si estás buscando un plan diferente y enriquecedor cerca de Barcelona, una visita a Montesquiu es una opción perfecta.