Así es el castillo a 40 minutos de Barcelona que salió en 'Juego de Tronos': entradas por menos de 15 euros

Catalunya está llena de castillos medievales. El Principado, al que siglos atrás se le conoció como la Marca Hispánica por su función de cinturón de seguridad para impedir que los árabes cruzaran los Pirineos, ha dejado para la historia un gran número de fortificaciones que todavía coronan montes, riscos y montículos.

Estas fortificaciones eran también refugio al que acudir cuando navíos piratas se aproximaban a la costa. No es de extrañar, por tanto, que a escasos minutos de Barcelona se puedan encontrar fortificaciones milenarias que se alzan imponentes como vestigios del pasado. De hecho, a 40 minutos de la capital catalana, existe uno que acogió el rodaje de Juego de Tronos y sí, se puede visitar.

Interior del castillo de Santa Florentina / CASTILLO DE SANTA FLORENTINA

Se trata del castillo de Santa Florentina, ubicado a pocos metros de la localidad de Canet de Mar. Esta fortificación comenzó siendo una villa romana fortificada que poco a poco se fue ampliando hasta convertirse en una de las fortificaciones más imponentes del país. Los primeros registros del lugar como fortaleza son del siglo XI. Con el paso de los siglos, las sucesivas ampliaciones y reformas han convertido una villa en lo que es hoy en día, un palacio residencial con toques modernistas que corrieron a cargo del arquitecto Lluís Domènech i Montaner.

JUEGO DE TRONOS

Pero ¿Qué tiene que ver con Juego de Tronos? La serie que da vida a las novelas de George R. R. Martin escogió este lugar como hogar de la Casa de Tarly, Horn Hill, vasallos de la gran Casa de los Tyrell. En la sexta temporada (capítulo cuatro), Sam Tarly, uno de los mejores amigos de Jon Snow y también miembro de la Guardia de la Noche visita la que fue su casa junto a su antigua familia.

Cuánto cuesta entrar y cómo llegar

Esta imponente fortificación también ha sido lugar de rodaje de otras series y documentales, como Caesar, Legend of the Blue Sea o Jo, Ramon Llull. El lugar se puede visitar, con un precio de entrada general con guía de 14,00 euros, 12,00 para personas mayores y 8,00 para niños. El lugar también es un punto de celebración de eventos y bodas. A través de su página web puede hacerse una reserva online para la visita.

El sitio admite visitas de martes a sábado, aunque es recomendable reservar con tiempo porque está muy solicitado.

Para llegar al castillo se coje la C-32 hasta llegar a Canet de Mar.

Historia del castillo

El Castillo de Santa Florentina, construido sobre una antigua villa romana, ha evolucionado a lo largo de los siglos, reflejando la historia y el esplendor de la región. En el siglo XI, se convirtió en una masía fortificada para defenderse de las incursiones piratas. En el siglo XIV, Ferrer de Canet, descendiente de los primeros señores feudales, transformó la Domus en un centro de poder, fortificándola con torres y albergando reliquias de Santa Florentina, obsequio del Papa Benedicto XII.

A finales del siglo XIX, Ramon de Montaner i Vila, prominente empresario barcelonés, recuperó y amplió el castillo, encargando su restauración a su sobrino, Lluís Domènech i Montaner, destacado arquitecto modernista.

Baño modernista de Domènech i Montaner | BCNFILMCOMMISION null

La renovación fusionó estilos medievales, modernistas y neogóticos, transformando el edificio en un palacio de verano lleno de arte, color y luz. En 1908, Alfonso XIII visitó el castillo, y dos años después, concedió a Ramon el título de Conde del Valle de Canet. El nombre del castillo honra tanto las reliquias de Santa Florentina como a la esposa de Ramon, Florentina Malató. Tras la muerte de Montaner en 1921, el castillo quedó como un legado cultural e histórico para sus descendientes.