El rostro de Pere Arquillué. ¿Qué siente? ¿Por qué esos gestos? Es el primer espectáculo de la temporada de la Fundació Romea, dentro de la programación de Áfora. Arquillué comparte el escenario con el pianista Alex Alguacil y la pianista Yukiko Akagi. La premisa es atrevida. ¿Qué efecto nos produce escuchar cuatro piezas de Romeo y Julieta para piano de Serguéi Prokófiev? El objetivo es “habitar el rostro y la máscara del actor”, y Arquillué impresiona a un público que ha llenado la sala del Teatro Romea.
Es el primer espectáculo de Áfora, el think tank de la Fundación Romea, que se pudo ver este lunes, con todas las entradas agotadas, evidenciando el buen momento del teatro en Barcelona.
La "ignorancia"
Félix Riera, director de la Fundación Romea, presentó la programación y las publicaciones dentro del sello Àfora Edicions, con los ciclos Quinta Paret y Platea 618. También se dio a conocer una nueva edición del Congreso Internacional de Espectadores de Teatro, que en su primera edición cosechó un enorme éxito, con más de 600 inscritos, tanto en formato presencial como en online, y con participantes de más de 25 países.
El hilo conductor de la Fundación Romea en este ejercicio es la “ignorancia”, después de haber desarrollado el pasado año el concepto de la “mentira”. La reflexión sobre la ignorancia se antoja esencial. Todo ello se expresa en la publicación Pre/Ocupaciones, con artículos que, desde distintos ángulos, analizan esa temática. Lo que se busca es preciso y también difícil de aceptar en un mundo donde todos pontifican. El objetivo es “contribuir a mostrar ignorancia como el camino que todo ser humano tiene que recorrer para adquirir conocimiento, pero entendido, también, como pórtico de la estupidez humana”.
Hay mucho más en esa propuesta colectiva de la Fundació Romera, como la posibilidad de descubrir el lenguaje poético de Joana Preiss, con la acción artística La Traducción, o la obra Sofo, de Maria Folguera con Christina Rosenvinge. Llega también la tercera edición del Premi Santa Eulàlia de Novel·la de Barcelona, que se concederá en el mes de febrero, y que editará, como en las dos ocasiones anteriores, el sello Comanegra.
Con la dirección de Riera, la programación de Áfora pretende una reflexión sobre conceptos simples, que, sin embargo, se dejan de lado. Así, el coreógrafo y bailarín Cesc Gelabert, presentará el lunes 7 de octubre L’home que camina, dando vida al hombre que camina, de Alberto Giacometti. El hecho de afinar los instrumentos da pie a otro espectáculo, L’afinació, que es la propuesta de El Quartet Cosmos, programado para el 2 de diciembre. La metáfora es clara: sólo perseverando, intentando mejorar cada día, podrá el hombre elevarse, ser él mismo y lograr una valoración positiva.
Otra propuesta es la del artista Perico Pastor, con Aigues del Temps, una obra que potencia el poder del agua. Por su parte, el músico Andreu Rifé escenificará la lectura de La por, la novela corta e intensa de Stefan Zweig.
Desafío a las pantallas
Lo que se pretende con todos esos espectáculos, en palabras de Riera, es “situar el lenguaje del arte contemporáneo en el escenario del Romea”.
Lo que la Fundación quiere exhibir, con orgullo, es también la nueva edición del Congreso de Espectadores, que se celebrará del 18 al 20 de noviembre, con 50 espectadores de 37 países, que se han seleccionado de entre 142 candidaturas presentadas. Lo que se pretende es que sea ese espectador quien valore, compare y dé vida a un arte que no deja de crecer, que es en vivo y que supone un auténtico desafío a la actual época, en la que dicen reinar las pantallas.