Ahora que llega el otoño, no hay nada como una buena excursión por la montaña cerca de Barcelona rodeada de vegetación. Caminar es uno de los deportes más beneficiosos para despejar la mente y si encima estás acompañado de amigos, familiares o pareja con los que poder tener una charla estimulante todavía más.
A una hora de Barcelona, se encuentra una ruta que lleva a una espectacular cascada y cuenta con un monasterio de cuento de hadas.
Hablamos de la caminata del Monasterio de Sant Miquel del Fai que da a parar a la cascada del río Tenes, ubicada en la localidad de Bigues i Riells. Es una de las más cercanas a la capital catalana y ofrece unas vistas únicas.
Iglesia suspendida sobre el acantilado
La ruta puede hacerse a pie o en coche para llegar al emplazamiento histórico. La iglesia, en lo alto de una montaña y suspendida sobre el acantilado (parece magia), deja una de las visiones más especiales de la cordillera catalana.
El monasterio fue fundado por Gombau de Besora. En 997, Gombau compró las tierras a Ramón Borell. Se desconoce la fecha exacta de la fundación del monasterio, pero en 1006 ya estaba instalada una comunidad de frailes, siendo su primer abad Guillemund.
Muchos años más tarde, en 2017, la Diputación de Barcelona se hizo con el control de este entorno. Desde entonces, el monasterio se utiliza para bodas y banquetes.
¿Cómo llegar?
El trayecto en coche desde Barcelona es de 55 minutos por la carretera C-59. Desde Sabadell, el itinerario es de 50 minutos por la misma carretera.