A pesar de que en el vistoso cartel de la entrada se puede leer en letras doradas Panadería de la Concepción, ya hace décadas que en el número 74 de la calle Girona ni se produce ni se vende pan. Difícilmente podremos disfrutar jamás del olor ni del sabor de sus productos recién horneados, pero sí podemos cerrar los ojos y jugar a imaginar otros tiempos, a principios del siglo XX, cuando el comercio levantó la persiana. Poco debieron sospechar sus propietarios que su comercio sobreviviría al tiempo, no como panadería, pero sí como Bien Cultural de Interés Local.

El Forn de la Concepció, diseñado por Josep Suñer hacia 1900, es un ejemplo de que el modernismo, más allá de ser un símbolo del poder adquisitivo de la burguesía, impregnó de manera transversal la vida cotidiana. Estaba ubicado en la planta baja de un edificio construido en 1862 que, a pesar de haber sufrido tantas modificaciones y ampliaciones como para que cualquier parecido con el original sea pura coincidencia, sigue conservando la antigua tienda de época modernista. El revestimiento exterior del local no pasaba desapercibido, incluso antes de que la calle Girona pasara a ser peatonal.

Vistosos azulejos

Está formado por volutas y curvas de madera en un llamativo color rojo, que enmarcan unos paneles de vidrio con paisajes castellanos pintados. En uno de ellos destaca un cangrejo y en el otro, un león. Y sobre estos, dos carteles bajo el rótulo principal completan el anuncio de su actividad: “Pan de Castilla”, en el lado izquierdo, y “Pan de lujo”, en el derecho. En el interior, las paredes conservan aún los vistosos azulejos de cerámica de colores, con sus motivos florales, además del mostrador de madera original.

Detalle de la 'panadería modernista' en la calle Girona

Según las referencias, la panadería se inauguró en el edificio en 1897 con Miquel Pons como propietario. Sin embargo, las características de la decoración de la tienda, tanto interior como exterior, parecen posteriores a esta fecha.

Poco se sabe de la historia de esta panadería; por ella han pasado diferentes negocios, pero actualmente, el viejo local modernista da cobijo a RISK XXI – Prl & Services, una empresa dedicada a asesorar y prestar todo tipo de servicios relacionados con la Prevención de Riesgos Laborales (PRL) a empresas, organizaciones y profesionales. Un negocio que tomó el relevo en el local a Gesemé, otra empresa de servicios médicos y prevención de riesgos laborales.