Las lluvias de las últimas semanas hacían prever un otoño estable sobre la gestión de la sequía. Sin embargo, no es así. A principios de octubre, los embalses del sistema Ter-Llobregat, que abastecen Barcelona y su área metropolitana (además de Girona), cayeron por debajo del 30%.
Este jueves 3 de octubre, los embalses se encuentran al 29,58% de su capacidad, con 181 hm³ de agua.Es importante recordar que el umbral de excepcionalidad —que implicaría aplicar restricciones más severas— está en 145 hm³. No obstante, es una situación que no se alcanzaría, en el peor de los casos, hasta noviembre, según la Agencia Catalana del Agua (ACA).
Estado de los embalses
El sistema Ter-Llobregat lo conforman cinco embalses: el de Sau (17,79% de su capacidad); Susqueda (34,43%); la Baells (40,40%); la Llosa del Cavall (24,22%); y Sant Ponç (32,20%). En el conjunto de las cuencas internas, las reservas están al 27,97%.
Según explicó la consellera de Territori Sílvia Paneque, no está lloviendo de forma adecuada."No llueve en las cabeceras, sino en la costa, donde provoca daños pero no llena los embalses", añadió hace unas semanas.
Barcelona y el área metropolitana llegaron a un punto crítico a principios de año, entre febrero y marzo. En aquel entonces, las reservas cayeron hasta un 14% y se declaró el estado de emergencia por sequía. Poco a poco la situación mejoró y se pasó a la fase de excepcionalidad. Si septiembre hubiera sido lluvioso, Catalunya estaría cerca de la normalidad hídrica, pero las precipitaciones no han sido favorables.