¿Por qué se cambia la hora?
Este ajuste horario, que se repite cada año, tiene un impacto significativo en la vida cotidiana de los ciudadanos. La finalidad del cambio es optimizar el uso de la luz solar, lo que a su vez puede contribuir a ahorrar energía. Aunque los detractores de esta práctica argumentan que el cambio de hora puede alterar los ritmos circadianos de las personas, muchos sostienen que las ventajas, como la reducción del consumo energético y la mejora en la calidad de vida durante las horas de luz, superan los inconvenientes.
El cambio de hora es una práctica común en muchos países, pero en España se ha convertido en un tema de debate. Algunos estudios sugieren que esta medida puede tener efectos adversos en la salud, como trastornos del sueño y un aumento en los accidentes de tráfico. No obstante, las autoridades continúan defendiendo el sistema actual, aludiendo a sus beneficios económicos y energéticos.
Origen del cambio de hora
El origen del cambio de hora se remonta a la Primera Guerra Mundial, cuando varios países europeos decidieron implementarlo como una medida para ahorrar combustible. Desde entonces, ha sido adoptado en diferentes momentos y bajo diversas condiciones a lo largo de la historia. La Unión Europea ha legislado sobre esta cuestión, permitiendo que cada país decida si continuar con la práctica o abandonarla.
En el caso de España, el cambio se realiza dos veces al año: en marzo se adelantan los relojes una hora para el horario de verano, y en octubre se retrasan para el horario de invierno. La normativa actual establece que el cambio debe llevarse a cabo el último domingo de octubre, lo que significa que en 2024, el horario de invierno comenzará el día 27.