El Monasterio de Sant Cugat, ubicado en el pueblo de Sant Cugat del Vallès, es uno de los tesoros mejor conservados de la arquitectura medieval en Catalunya. Aunque muchos conocen su majestuosa fachada románica, hay detalles y curiosidades sobre este monasterio que siguen siendo desconocidos para la mayoría de los visitantes. A tan solo 20 minutos de Barcelona, es un destino ideal para los que buscan una escapada cultural cerca de la ciudad.
Una conexión con los Caballeros Templarios
Una de las curiosidades más fascinantes del Monasterio de Sant Cugat es su posible relación con los enigmáticos Caballeros Templarios. Aunque el monasterio fue fundado por monjes benedictinos, existen rumores de que los templarios utilizaban este enclave como punto de paso en sus rutas hacia el Camino de Santiago.
Se dice que este lazo secreto con los templarios ha dejado vestigios ocultos dentro de sus muros, lo que añade un aire de misterio a este histórico edificio.
El claustro: una obra maestra del románico
El claustro del Monasterio de Sant Cugat es considerado una de las joyas más importantes del arte románico en Cataluña. Este espacio alberga 144 capiteles decorados con una increíble variedad de esculturas.
Lo que pocos saben es que muchos de estos capiteles representan no solo escenas bíblicas, sino también criaturas fantásticas y escenas de la vida cotidiana medieval, como dragones y criaturas míticas, que tenían un profundo simbolismo en la Edad Media. Este claustro no solo es un deleite visual, sino también una narrativa esculpida en piedra.
El reloj medieval más antiguo de Catalunya
Entre los tesoros del monasterio destaca un detalle poco conocido: el monasterio alberga uno de los relojes mecánicos más antiguos de Catalunya, instalado en el siglo XIV. En su época, este reloj fue una auténtica innovación tecnológica, y aunque ya no está en funcionamiento, sigue siendo una pieza histórica de gran relevancia. Es un símbolo del avance científico en tiempos medievales y un motivo más para explorar este fascinante monumento.
Otra curiosidad son las tumbas medievales encontradas durante excavaciones en el recinto. Aunque muchas de estas tumbas pertenecen a monjes que habitaron el monasterio, varias de ellas siguen sin ser identificadas. Este detalle ha generado todo tipo de especulaciones y añade un toque de misterio a la visita. Las tumbas pueden verse cerca del claustro y son testimonio del patrimonio arqueológico que rodea al monasterio.
¿Por qué visitar el Monasterio de Sant Cugat?
Visitar el Monasterio de Sant Cugat es como viajar en el tiempo a la Edad Media, con la ventaja de estar a solo 20 minutos de Barcelona. Este lugar no solo ofrece un viaje por la historia a través de su arquitectura románica y sus tesoros escondidos, sino también un entorno tranquilo y perfecto para desconectar.