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El gobierno de Jaume Collboni ha propuesto que los nuevos edificios de Barcelona reaprovechen las aguas grises, es decir, el agua de la ducha, para la cisterna del váter. 

Así lo ha explicado la teniente de alcalde de Urbanismo, Laia Bonet, en una rueda de prensa este jueves. La capital catalana aplicará en 2027 la nueva Ordenanza de Aguas Grises (OAG).

Edificios afectados

La medida afectará a todos los edificios con 16 viviendas o más de nueva construcción. También a todos los edificios con un consumo de 730 metros cúbicos anuales.

La teniente de alcalde de Movilidad, Laia Bonet FECAVEM

Este último caso, señala Bonet, afectaría sobre todo a hoteles y equipamientos deportivos. Los centros hospitalarios, sanitarios, hogares, equipamientos sociosanitarios y guarderías quedan exentos de la normativa.

Consumo potable

Bonet ha previsto que con la propuesta el 69% de las viviendas nuevas tendrán este sistema, si se mantiene el ritmo de construcción de los últimos 10 años.

Además, reducirá el consumo de agua potable un 33% en usos residenciales (lo que representa un ahorro de hasta 185 euros anuales) y representará un potencial anual de ahorro de 136.000 metros cúbicos de agua potable en la ciudad.