Con el paso del tiempo y la exposición a los elementos, estos conglomerados fueron transformándose. La acción continua del agua y, sobre todo, del viento, produce pequeñas cavidades en la roca llamadas alvéolos, que recuerdan a colmenas de abejas.
Cuando estas cavidades se agrandan, se convierten en almazaras; y, si el desgaste perfora la roca de lado a lado, se forma un arco natural, como el de Bruguers, un espectáculo geológico que hoy es protagonista en las fotografías de muchos visitantes.
Zona natural de Gavà con más ruinas
Esta zona montañosa es un orgullo para Gavà, que cuenta con una tercera parte de su territorio dentro del Parque Natural del Garraf. A solo tres kilómetros del casco urbano y a 254 metros de altitud, en la zona de Bruguers, se encuentran también dos importantes monumentos: la ermita de la Virgen de Bruguers y las ruinas del castillo de Eramprunyà, documentado desde el siglo X.
La ermita de Bruguers, de origen románico y construida entre los siglos XII y XIII, se sitúa a medio camino entre los núcleos de Begues y Gavà. Incluida en el Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Catalunya, alberga la venerada imagen de la Virgen de Bruguers, un símbolo de identidad local y un lugar de peregrinación para los vecinos de la comarca.