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A pesar del déficit hídrico de los últimos tres años, 2024 está alcanzando valores muy positivos en cuanto a lluvias se refiere, rompiendo, claramente, con la mala tendencia que atravesaba la ciudad. 

Si tomamos como referencia la principal estación meteorológica oficial de la Aemet (Agencia Estatal de Meteorología) ubicada en el Aeropuerto de Barcelona, observamos que los acumulados se encuentran, incluso, por encima de la media de precipitaciones totales típicas para las fechas en las que nos encontramos. En esta estación, se suelen acumular, de media, unos 588 l/m2. Pues bien, estando a 1 de noviembre, y quedando por delante todavía dos meses antes de acabar el año, llevamos ya acumulados 520,4 l/m2.

Acumulados de lluvia respecto a las medias anual y mensual en el Aeropuerto de Barcelona hoyextremo

Diferencias entre barrios

Sin embargo, y a pesar de que las cantidades acumuladas superan la media para esta época, encontramos diferencias notables entre los barrios de la ciudad. 

Tal y como acabamos de comentar el pluviómetro del Aeropuerto ha registrado, en lo que llevamos de año, 520 litros; sin embargo, el otro gran referente meteorológico de Barcelona, el Observatori Fabra, alcanza ya los 570 litros. En su caso, la media anual se sitúa algo por encima, en 621 l/m2, encontrándose, a día de hoy, a unos 50 litros de ver superados los registros de todo un año.

¿Cómo se mide la sequía?

Antes de nada, cabe destacar que hay distintos tipos de sequía. Y es que no siempre que no llueve en una ciudad o en un territorio, hay sequía.

Existen cuatro sequías diferenciadas en función de las causas y las consecuencias que tengan. Por un lado, tenemos las dos más conocidas: la meteorológica y la hidrológica; dicho de otra forma, la que tiene que ver con la escasez de precipitaciones en un lugar determinado y durante un período extenso de tiempo, y la que tiene que ver con la escasez de recursos embalsados disponibles.

Tipos de sequías

Un tercer tipo de sequía es la agrícola, que se refiere a cuán húmedo es un lugar en una época determinada en función de las necesidades del cultivo. Lo que para un producto cultivado pueda ser una cantidad de precipitaciones escasa, para otro quizá sea excesiva. Este tipo de sequía se mide en función de la capacidad de retención de humedad del suelo edáfico. 

Y la última, la sequía socioeconómica, es la que afecta a la baja disponibilidad de recursos hídricos que puedan tener una consecuencia para la población o para algún sector económico.

Tal y como se muestra a continuación, a día de hoy, Barcelona mantiene un déficit hídrico muy importante, si tenemos en cuenta el acumulado de los dos últimos años. En cambio, si la referencia es de los últimos nueve meses, observamos como esa situación ha mejorado, con colores algo más amarillos y verdes que indican una mayor cercanía a la normalidad, a la media.

Monitor de sequía: a la izquierda, los últimos 2 años acumulados, y a la derecha el año hidrológico actual AEMET

¿Cómo se encuentran los embalses?

A día de hoy, Cataluña se encuentra a algo más de la mitad de la capacidad de los embalses: un 54,21 %. Si lo comparamos con años anteriores, es un muy buen dato, que marca un punto de inflexión; el inicio del fin de la sequía. Si bien es cierto que las noticias son esperanzadoras, seguimos bastante por debajo de lo que sería normal para esta época.

Situación de los embalses en Cataluña embalses.net

Además, y sin querer caer en un pesimismo, quizá ya algo empedernido, las reservas que se refieren a la provincia de Barcelona se encuentran a tan solo un 31,02 %. La provincia catalana con más densidad de población corona la segunda posición en provincias con menos agua embalsada de la comunidad.