En Barcelona --y en algunas zonas de Catalunya-- se usa una expresión única que nació en el S.XIX y solo se entiende entre los catalanes. De he hecho, se trata de un dicho sin traducción al castellano: "Això sembla can seixanta".
Esta frase se utiliza para describir el desorden y, aunque cada vez se utiliza menos, hay muchos barceloneses que la mantienen viva. Sirve para describir cualquier tipo de situación caótica y desorganizada y se originó en la fábrica de tejidos Torruella, ubicada en la calle de Riereta del Raval.
Una fábrica desordenada y caótica
Torruella se ganó la fama de ser un lugar extremadamente desordenado y caótico y dejó una impresión duradera en la memoria colectiva de los barceloneses, facilitando que la expresión se asocie rápidamente con la idea de desorden.
Además, "Can Seixanta" es una expresión concisa y eficaz. En lugar de emplear múltiples palabras para describir el caos, los hablantes pueden recurrir a esta frase corta y precisa. Esta economía de lenguaje es una característica valiosa en cualquier idioma.
"Correcuita": otra expresión típica
En Barcelona hay otra palabra típica que representa a la perfección el ajetreo de la ciudad: "correcuita". Esta expresión catalana, usada coloquialmente para describir una situación en la que alguien tiene prisa, es un reflejo lingüístico de la dinámica cotidiana de Catalunya, especialmente en su capital.
"Correcuita" es una palabra compuesta derivada de "córrer" (correr) y "cuita" (que tiene prisa), lo que literalmente podría traducirse como "correr con prisa".