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Un pequeño municipio del Baix Llobregat esconde una de las grandes joyas desconocidas de la obra de Antoni Gaudí. Declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO en 2005, esta obra inacabada, concebida como un templo para una colonia industrial, desvela el lado más experimental y visionario del arquitecto catalán.

Esta joya de la arquitectura modernista, a menudo eclipsada por sus obras más conocidas, sigue siendo un testimonio del genio creativo de Gaudí y su capacidad para fusionar arte, funcionalidad y espiritualidad de manera única. 

Un templo para una colonia

A diferencia de las grandes obras de Gaudí en Barcelona, como la Sagrada Familia o el Parc Güell, la Cripta de la Colonia Güell es un espacio menos conocido pero igualmente impresionante, que muestra el inicio de las técnicas que Gaudí perfeccionaría años después en su obra maestra en la capital catalana.

La cripta de la Colonia Güell de Antoni Gaudí en Santa Coloma de Cervelló / DIPUTACIÓN DE BARCELONA

El proyecto surgió de la mano de Eusebi Güell, empresario textil y mecenas de Gaudí, quien en 1890 le encargó la construcción de un templo para los trabajadores de la colonia industrial que había fundado en Santa Coloma de Cervelló.

La Colonia Güell fue diseñada para ofrecer viviendas, servicios y un entorno de trabajo sin las tensiones sociales que afectaban a la Barcelona industrial de la época. Aunque el proyecto original contemplaba una iglesia monumental de dos niveles, con una gran cúpula, los recursos se agotaron antes de completarlo, dejando solo la cripta como testimonio de lo que pudo haber sido.

Conexión con la naturaleza

La Cripta es una de las primeras muestras de la visión arquitectónica de Gaudí y su capacidad para integrar la naturaleza y la religión en sus construcciones. Su estructura, que parece un bosque de columnas inclinadas que se fusionan con el espacio, anticipa el estilo que más tarde emplearía en la Sagrada Família.

Cripta de la Colònia Güell en Sant Coloma de Cervelló / WIKIMEDIA COMMONS

Una de las características más sorprendentes de la Cripta son sus vidrieras. Diseñadas en formas de pétalos de flores y alas de mariposa, estas vidrieras bañan el interior con una luz multicolor que transforma el espacio a lo largo del día. El mobiliario, también diseñado por Gaudí, es igualmente peculiar, con bancos circulares y pilas de agua bendita realizadas con conchas marinas, lo que refuerza la conexión entre el arte, la naturaleza y lo espiritual.

Un banco de pruebas

La cripta fue, de alguna manera, un banco de pruebas para Gaudí. Muchas de las soluciones estructurales y decorativas que aplicó en este templo inacabado las perfeccionaría más tarde en la Sagrada Família, como el uso de la geometría natural y las formas orgánicas que parecían surgir del propio entorno.

Aunque la iglesia nunca fue terminada, la Cripta de la Colonia Güell es hoy una de las obras más valiosas de Gaudí por su originalidad y su papel en la evolución del modernismo catalán.

Cripta Güell, en la Colònia Güell WIKIPEDIA

Visita guiada 

Abierta al público como museo, la cripta y su entorno ofrecen visitas guiadas y audioguías que permiten explorar tanto la iglesia inacabada como la colonia industrial que la rodea. Las entradas para acceder a este lugar histórico parten de los 10 euros, con descuentos para mayores de 65 años y estudiantes.

Cómo llegar

Los visitantes pueden llegar fácilmente desde Barcelona en transporte público, tomando un tren de las líneas S3, S4, S8 o S9 desde la estación de Ferrocarriles de la Generalitat de Catalunya (FGC) en Plaza España hasta la estación "Colonia Güell", ubicada a tan solo 10 minutos de la cripta.

Además, en transporte privado se puede llegar por la A-2, siguiendo los carteles de la Cripta una vez se llegue al municipio.