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La Guardia Urbana quiere acabar con los grafitis en Barcelona. El cuerpo policial ha iniciado una campaña para controlar las pintadas no autorizadas para "recuperar la excelencia del espacio público".

El objetivo del operativo policial es evitar la degradación y mejorar la convivencia en la capital catalana. Para ello cuentan con una herramienta más: las sanciones económicas. 

Un vehículo de la Guardia Urbana en Barcelona DAVID ZORRAKINO / EP

Sanciones económicas

El cuerpo de policía ha remarcado que estos hechos pueden acarrear una sanción de entre 100 y 600 euros.

La actuación se enmarca dentro del "Pla Endreça", que no permite las pintadas en las superficies de un bien público, por lo que considera como degradación cualquier mancha, garabato o inscripción hecha con tinta, pintura u otra materia orgánica.