Lacalle ve a Collboni y a Illa en la "buena dirección" tras la "deriva destructiva" del Procés

Optimismo, porque las distintas piezas parece que ahora encajan. “Barcelona ha vuelto”, “Barcelona es imparable”, asegura Enrique Lacalle, presidente del Círculo Ecuestre, que ve a Jaume Collboni y a Salvador Illa en la "buena dirección". Pero, ¿qué condiciones se deben cumplir?

Lo que ha sucedido, a diferencia de los últimos años, es que las administraciones han cobrado un nuevo rumbo. Lacalle responsabiliza a "Artur Mas" de un proceso que lo desbordó, y que supuso "una deriva destructiva para el conjunto de la sociedad catalana".

Para Lacalle “hay periodos en los que la ciudadanía y los gobernantes interiorizan que deben trabajar codo con codo”, y ahora, y tomando como modelo lo que ocurrió con los Juegos Olímpicos de 1992, se está en una situación similar. Si la sociedad civil y los gobernantes colaboran, “Barcelona será imbatible”.

Enrique Lacalle, en el momento de ser nombrado como académico de la Real Academia Europea de Doctores CE

Ese ha sido el hilo conductor del discurso de Enrique Lacalle, en el Círculo Ecuestre, tras ser nombrado académico de honor en la Real Academia Europea de Doctores, con un discurso hilvanado, repleto de referencias históricas, y con la sensación de que le tocaba señalar todo lo que piensa sobre lo que ha sucedido en los últimos decenios.

Lacalle, que fue un puntal del PP en Barcelona y Catalunya, entiende que se ha perdido el sentido de "colaboración", que él impulsó en los Juegos Olímpicos, al buscar un entendimiento entre todos los partidos con represetación en el Ayuntamiento de Barcelona. 

La réplica ha sido a cargo del presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, que también fue nombrado académico por la misma institución. 

Sánchez Llibre ha corroborado el mensaje de Lacalle, con un discurso muy duro con la ex alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, al entender que puso por delante "la ideología", frente a los intereses generales de la ciudad. Sánchez Llibre, en todo caso, no ha podido pronunciar su discurso por una afonía y lo ha hecho en su nombre Jaume Llopis, vicepresidente de la Real Academia Europea de Doctores.

Competición con Madrid

Con un auditorio repleto, Lacalle ha trazado un itinerario histórico con la sociedad civil como protagonista, desde la industrialización de Catalunya hasta la actualidad, con referencias a escritores y a instituciones como el Círculo de Economía y a la figura de Jaume Vicens Vives.

La idea, presente en toda su conferencia, con el título de La sociedad civil como motor de Barcelona y de Catalunya, es que el empuje de personalidades, de instituciones, responsables empresariales y políticos ha permitido la evolución de una sociedad que ha llegado a niveles de bienestar muy altos.

Enrique Lacalle: “El Círculo Ecuestre va a dar un salto para influir desde Barcelona en toda España”

“Sigamos adelante con determinación y esperanza, sabiendo que juntos podemos construir una sociedad más justa, solidaria y próspera para las generaciones venideras, y si se consiguen todos estos objetivos apuntados, Barcelona será imbatible”, ha apuntado Lacalle.

Pero, ¿qué ha sucedido en las últimas décadas? Lacalle ha profundizado en la rivalidad económica entre Madrid y Barcelona, al apuntar que, en gran medida, la percepción de que la capital de España concentraba inversiones empresariales y contaba con el favor de los gobiernos centrales, motivó el impulso del movimiento independentista. Y para ello ha recordado la nota del Círculo de Economía de 2001, que alertaba sobre ello, bajo la presidencia de Salvador Gabarró.

Crítica a Artur Mas

Con una posición autocrítica, sobre esa sociedad civil a la que él pertenece –como responsable de numerosas iniciativas como los salones que ha organizado en Fira de Barcelona—Lacalle ha considerado que esa opción fue equivocada:

“De ello se deriva que Artur Mas tuviera, en su inicio, un apoyo de esa sociedad civil, económica, cultural y social, que, quiero decirlo, no estuvo a la altura de las circunstancias”.

Sus palabras suponen un claro reproche al soberanismo, con la convicción de que esa etapa ha podido quedar atrás de forma clara. Lo que ha llegado, según Lacalle, es una recuperación del papel de la sociedad civil para apostar por proyectos concretos, en colaboración con una administración que ha tomado un rumbo más práctico, tanto en Barcelona como en el conjunto de Catalunya.

La sociedad civil "de vacaciones"

"La sociedad civil en su conjunto, de la misma forma que ha destacado por su vitalidad y su deseo constante de transformación, perdió fuerza y mostró su debilidad. La infuencia política que había mantenido históricamente fue perdiendo fuelle. ¿Qué pasó? La sociedad civil se fue de vacaciones y abandonó el proyecto de co-liderazgo (sobre España)".

El acento sobre esa sociedad civil, a la que alaba su papel histórico, es contundente: "En un momento crítico no pudo hacer reflexionar o rectificar a ese poder político que optó por seguir adelante, entrando en una deriva destructiva para el conjunto de la sociedad catalana. Había un campo para mejorar las cosas, una negociación posible, de forma gradual, pero no se apostó por ello".

Ahora es otro momento. Lacalle ha defendido proyectos como la Copa América, o la Fórmula 1, y espera que se pueda impulsar la Ryder Cup de golf. Sobre Barcelona, Lacalle se ha expresado con claridad: “El Ayuntamiento, con Jaume Collboni, tras unos años nefastos, marcados por una gestión errónea y caótica por parte de la ex alcaldesa Ada Colau, que rechazaba, incluso, la interlocución con los sectores económicos y más dinámicos, está ayudando”.

Alabanzas a Illa

Y, respecto a Catalunya: “Ahora, con el Govern de Salvador Illa las cosas parecen que van en la buena dirección en el ámbito institucional y económico y social. Ha sido importante el cambio de actitud respecto a la jefatura del Estado y la liturgia en relación a la Corona”.

Enrique Lacalle y Josep Sánchez Llibre, con los miembros de la Real Academia Europea de Doctores CE

Para Lacalle, la sociedad civil debe empujar, presionar y colaborar para seguir en esa línea. Lo sucedido debe ser superado, a su juicio. “La sociedad civil ha dado muestras, de nuevo, de su vitalidad y de su empuje. Ha reaccionado tras un periodo en el que cometió errores, o no supo ver lo que tenía delante. Dudó en exceso”.

Algunas sombras 

El presidente del Círculo Ecuestre cree que el nuevo clima debería favorecer el regreso de las empresas que trasladaron su sede social en octubre de 2017. Precisamente, acaba de tomar esa decisión Banc Sabadell. Lacalle ha mencionado esa decisión de la entidad presidida por Josep Oliu. "Acaba de pasar, Cementos Molins y Sabadell están aquí, es una buena noticia".

Con referencias a la sequía, a la necesidad de impulsar con mayor celeridad el proyecto ferroviario del Corredor del Mediterráneo, o a mejorar de forma significativa los niveles educativos en Catalunya –“estamos en la cola en los índices de Pisa”—Lacalle ha incidido en la necesidad de “ampliar el aeropuerto del Prat” y en mejorar la fiscalidad, “la más alta de España”.

Hay muchas incógnitas todavía para Enrique Lacalle. Con reproches a los dirigentes políticos catalanes en relación a su trabajo en el Congreso de los Diputados, el dirigente empresarial cree que Salvador Illa puede quedar bloqueado.

Esperanza para el actual momento

Tras señalar que Illa sigue una línea positiva, Lacalle apunta que “se ve limitado por una minoría parlamentaria, lo que podría imposibilitar llevar a término muchos de los proyectos que tiene en su programa, y esos impedimentos podrían llevar a nuevas elecciones”.

Como es habitual en instituciones como la Real Academia Europea de Doctores, el discurso de entrada en la institución ha sido contestado por Josep Sánchez Llibre, presidente de Foment, aunque en boca de Jaume Llopis. 

"En Barcelona, los últimos años no han sido positivos. Se ha querido imponer una visión ideológica por encima del sentido común y la lógica de los tiempos. Bajo el argumento del progresismo, se ha defendido el decrecimiento económico, empobreciendo la ciudad y ahogando las capacidades que son muchas, de la sociedad civil. Los que se dicen progresistas en el caso de Barcelona han ido en la dirección contraria al progreso". 

¿Pronóstico compartido? Como Lacalle, Sánchez Llibre tiene claro que "ahora se dan las circunstancias para que superemos los efectos negativos y sentemos las bases para realzar Barcelona y por extensión Catalunya".