Un niño siente náuseas

Un niño siente náuseas EUROPA PRESS

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Qué hacer o no hacer si tu hijo vomita

Los vómitos consisten en la expulsión por la boca del contenido del aparato digestivo y son muy frecuentes en las enfermedades infantiles

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El vómito es la expulsión forzada por la boca del contenido gástrico, algo muy común en los niños y que puede deberse a diferentes causas o procesos infecciosos. Es importante diferenciarlo de la regurgitación, ya que esta última ocurre sin esfuerzo, en pequeñas cantidades, y es normal en lactantes pequeños.

Cuando un niño vomita, generalmente presenta el llamado reflejo vagal, que provoca palidez y piel fría durante unos minutos, lo que no debe causar alarma. Es posible que el vómito sea el inicio de un cuadro que también incluya diarreas.

¿Hay tratamiento?

El modo de tratar este trastorno dependerá de la causa, pero hay recomendaciones generales que pueden seguirse. El doctor Pere Sala, Jefe del Servicio de Pediatria del Hospital Universitari General de Catalunya, advierte de que es importante que el niño descanse, ya que la actividad física puede incrementar las náuseas. En cuanto a la dieta, vomitar unas cuantas veces sin diarrea no suele causar deshidratación.

Sin embargo, después del vómito, es necesario mantener un ayuno de 30 minutos e iniciar la administración de soluciones de rehidratación oral (SRO), disponibles en farmacias, de forma fraccionada: pequeñas cantidades cada 5 a 10 minutos, sin forzar. Lo más importante es asegurar el aporte de líquidos. Si el niño tolera las SRO durante 3 o 4 horas sin vomitar, se puede reiniciar la dieta, fraccionada y sin forzar, adaptándola a la edad del niño. 

¿Hay que retirar la lactancia?

En los bebés alimentados con leche materna, es recomendable continuar con la lactancia, fraccionando las tomas. Si el niño toma leche artificial, se debe mantener la misma leche y concentración, también fraccionando las tomas.

Para menores de un año, se aconseja preparar verduras como patata, calabacín, judía verde y zanahoria, mientras que la fruta debe ser adecuada para su edad, bien lavada y sin piel. En mayores de un año, la dieta debe reintroducirse de forma progresiva y fraccionada, utilizando métodos de cocción suaves como plancha, hervido, vapor o el horno.

El uso de medicamentos para controlar los vómitos dependerá de la causa y debe ajustarse al peso del niño. No es recomendable precipitarse en el uso de fármacos y siempre se deben seguir las indicaciones del pediatra, ya que, en la mayoría de los casos, el cuadro mejora solo con reposo y una dieta adecuada. Es fundamental vigilar otros síntomas y comunicarlos al pediatra, como cambios en el color de la piel, fiebre, dolor, características de la orina y las heces, estado de conciencia y los alimentos ingeridos antes del inicio de los síntomas.

¿Qué hay que eliminar de la dieta?

Se deben evitar alimentos como cacaos, chocolate, dulces, legumbres y verduras flatulentas, así como alimentos muy condimentados, grasos, fritos y con salsas. No se deben sustituir las soluciones de rehidratación oral por bebidas isotónicas.

Es necesario consultar al pediatra o acudir a urgencias si el niño no tolera líquidos, presenta diarreas cuantiosas, tiene fiebre alta o muestra signos de deshidratación como ojos hundidos, boca seca, decaimiento o llanto sin lágrimas.