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Edificio Agricultura
La mole de La Verneda: un edificio pionero que fue vital para muchas familias
Manuel Cases Lamolla diseñó este gigante de hormigón con más de 400 viviendas, un ejemplo del desarrollismo franquista que marcó el nacimiento de un barrio en la posguerra
La masía del S.XVI olvidada en la Verneda: un edificio histórico escondido entre maleza
Fue el primero de su “especie” en la Verneda. Es un gigante de hormigón y ladrillo, una mole de imponente presencia que ocupa una manzana entera entre las calles Agricultura, Treball, Concili de Trento y Andrade.
Para algunos, tal vez no sea más que un simple bloque de viviendas, pero es mucho más: un pedazo de la historia y la memoria de este barrio que creció en la postguerra.
Recuerdo del desarrollismo franquista
El Edificio Agricultura, construido entre 1950 y 1955, fue una iniciativa de la Caja de Pensiones, en un momento en que la zona era aún un entorno rural con campos, masías y algunas fábricas.
Su inauguración, en 1955, contó con la presencia de Carmen Polo, la esposa del dictador Francisco Franco, un dato que nos recuerda el contexto político y social de la época: el desarrollismo franquista.
Este proyecto arquitectónico, que pretendía ofrecer una solución funcional a las necesidades de vivienda de la época, se convirtió en la primera edificación de gran envergadura en el barrio de Sant Martí de Provençals.
El responsable del diseño de este coloso fue Manuel Cases Lamolla (Lleida, 1900-1974), un arquitecto que, con su particular visión, creó un complejo residencial único.
Un diseño particular
Con más de 400 pisos, el Edificio Agricultura sorprende por su complejidad estructural. Algunos expertos apuntan que su peculiar diseño recuerda a las hoff de la socialdemocracia alemana de los años 20. Otros han comparado su estilo arquitectónico con el del fascismo italiano.
Imaginad una doble fila de edificios perimetrales, interconectados entre sí, que abrazan una gran plaza interior privada.
A este espacio comunitario se asomaban originariamente una serie de locales que, durante los años 50, fueron el núcleo comercial más importante del barrio. Sobre estos establecimientos de la planta baja se levantaban las 14 plantas de esta gran colmena.
Uno de los elementos que más llaman la atención son los chaflanes de esta mole, con los pisos de la fila exterior unidos entre sí por un pórtico semicircular, que deja ver el cuerpo también semicircular de las esquinas interiores.
En sus inicios, el edificio Agricultura era una rara avis en mitad de un paisaje prácticamente rural. Hoy, camuflado entre otros colosos, este pionero de la urbanización del barrio es un documento vivo de una época; un recordatorio del contexto social y político que lo vio nacer.