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La presbicia, también conocida como vista cansada, es un proceso natural del envejecimiento que afecta la capacidad de enfocar objetos cercanos. Se trata de una de las principales causas de dependencia de gafas en personas mayores de 40 a 50 años. A medida que el cristalino pierde flexibilidad, la dificultad para la visión de cerca aumenta, lo que, con el tiempo, puede derivar en la aparición de cataratas, una patología ocular estrechamente vinculada al envejecimiento.

La cirugía de presbicia consiste en la sustitución del cristalino por una lente intraocular (LIO) personalizada. Se trata de un procedimiento mínimamente invasivo que ofrece una solución eficaz y rápida para quienes desean prescindir del uso de gafas o lentes de contacto.

Beneficios de la cirugía de presbicia

Los especialistas del Institut Oftàlmic Teknoftal, en el Centro Médico Teknon, destacan que la intervención quirúrgica para corregir la presbicia antes de la aparición de cataratas es una opción altamente beneficiosa. Esta cirugía permite a los pacientes recuperar la visión de cerca de manera efectiva, evitando el deterioro progresivo de la capacidad visual. Cada vez más personas optan por la cirugía de presbicia antes de la aparición de cataratas.

“En pacientes mayores de 50 años, esta intervención resulta ideal, ya que la presbicia está claramente establecida. Esto les permite disfrutar de una visión nítida a todas las distancias sin necesidad de gafas y, lo más importante, prevenir un mayor deterioro visual con el paso del tiempo”, señala el doctor Ferran Mascaró, cirujano oftalmólogo del Institut Oftàlmic Teknoftal en el Centro Médico Teknon.

Ferran Mascaró, cirujano oftalmólogo del Institut Oftàlmic Teknoftal en el Centro Médico Teknon QUIRÓNSALUD

El tratamiento

Este tratamiento no solo mejora la calidad de vida de los pacientes, sino que también permite prevenir el deterioro visual futuro asociado a las cataratas, una afección ocular frecuente en la población de mayor edad. Intervenir antes del desarrollo de cataratas permite disfrutar de una visión clara sin necesidad de gafas durante muchos años, evitando una cirugía más invasiva en el futuro.

El éxito de esta cirugía también depende de la experiencia del equipo médico, en el que la función del anestesista resulta fundamental.  “El anestesista cumple una función clave en la operación. "En nuestro equipo, el doctor Sergi Gutiérrez y su equipo cuentan con una amplia experiencia en estas intervenciones, garantizando que el paciente permanezca relajado y colaborador durante todo el procedimiento”, afirma el doctor Mascaró para resaltar el papel fundamental del equipo de anestesia en este tipo de cirugías.

¿Quién puede someterse a esta cirugía?

Los pacientes hipermétropes son los candidatos idóneos para esta intervención, ya que presentan mayores dificultades para la visión cercana y experimentan una mejora significativa tras la operación. En contraste, los pacientes miopes suelen conservar una buena visión de cerca sin gafas, por lo que el beneficio de la cirugía en estos casos es menor.

“Los pacientes hipermétropes son quienes experimentan mayores beneficios con esta técnica, dado que su capacidad de enfoque cercano mejora sustancialmente tras la intervención”, afirma el especialista.

Las lentes intraoculares implantadas en este procedimiento son trifocales, lo que permite a los pacientes enfocar a diferentes distancias sin necesidad de corrección óptica adicional. Además, al tratarse de una intervención ambulatoria con un tiempo de recuperación rápido, representa una alternativa atractiva para personas mayores de 50 años, momento en el que la presbicia está plenamente establecida.

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