Barcelona no deja de sorprender con sus tesoros escondidos. Más allá de la Sagrada Família y el Parque Güell, existe un lugar que muchos locales y turistas aún desconocen: el Real Monasterio de Santa María de Pedralbes, ubicado en el elegante barrio de Pedralbes.
Este recinto guarda uno de los secretos que muchos no conocen: alberga el claustro gótico más alto del mundo, una maravilla arquitectónica que merece ser descubierta.
Una joya del gótico catalán a solo minutos del centro
Fundado en 1327 por la reina Elisenda de Montcada y su esposo el rey Jaime II, el monasterio fue concebido como refugio para la orden de las clarisas. Tras enviudar, la reina convirtió el lugar en su residencia hasta su fallecimiento, dejando un importante legado arquitectónico y espiritual.
El complejo ha sido declarado Monumento Histórico-Artístico Nacional desde 1931 y es considerado uno de los mejores ejemplos del gótico catalán. Sin embargo, sigue siendo un rincón poco transitado incluso para muchos barceloneses.
El Monasterio de Pedralbes / MONASTERIO DE PEDRALBES
El claustro gótico más alto del mundo
El claustro del Monasterio de Pedralbes no es solo una obra maestra arquitectónica; es también un símbolo del recogimiento espiritual que definió la vida de las monjas clarisas durante más de seis siglos. Con tres niveles de altura, es el claustro gótico más alto del mundo, y uno de los mejor conservados de toda Europa. Sus galerías abiertas permiten que la luz natural inunde los pasillos, creando una atmósfera de paz ideal para la meditación y el paseo.
La belleza del claustro se extiende a su estructura: 26 columnas de piedra numulítica, con una suave ornamentación que resalta la elegancia sobria del gótico catalán. Estas columnas, distribuidas entre los pisos superiores, sostienen los arcos de medio punto que enmarcan las vistas al jardín interior. En el centro del claustro, un huerto de plantas medicinales recrea la tradición botánica medieval, con cerca de 50 especies utilizadas en su momento por la comunidad religiosa para curar dolencias y elaborar ungüentos.
Monasterio de Pedralbes
Un recorrido por siglos de historia
El monasterio conserva espacios originales como la cocina medieval, en uso hasta los años 80, y el refectorio, donde las religiosas comían en silencio. La iglesia, de nave única, alberga la tumba de la reina Elisenda, que muestra una figura doble: una como soberana mirando al templo y otra como viuda orientada hacia el claustro, en un bello gesto simbólico.
No te puedes perder la capilla de San Miguel, decorada con frescos únicos del artista Ferrer Bassa, inspirados en el Trecento italiano. Estas pinturas, realizadas entre 1343 y 1346, son una joya del arte medieval europeo.
Monasterio de Pedralbes / MONASTERIO DE PEDRALBES
Visita imprescindible en Barcelona
Caminar por este claustro es sumergirse en una cápsula del tiempo. Durante siglos, este espacio fue el epicentro de la vida cotidiana del convento: desde lecturas espirituales y oraciones hasta tareas domésticas al aire libre. Incluso hoy, se percibe el eco del silencio monástico, interrumpido solo por el canto de los pájaros o el murmullo del viento entre los arcos.
Cada rincón del claustro cuenta una historia. En el pavimento, aún se pueden ver las losas desgastadas y dañadas por el paso de tropas napoleónicas durante la Guerra de la Independencia, cuando el monasterio fue utilizado como cuartel. Estos rastros añaden una dimensión histórica única a la visita: no solo se trata de admirar el arte, sino también de leer las cicatrices del tiempo en la propia piedra.
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