Taxis en Barcelona / EFE

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"Un puñetazo con mala suerte": condenan a pagar 2.520 euros al motorista que golpeó al taxista muerto en Barcelona

La sentencia asegura que ambos implicados mostraron una actitud beligerante y que el trágico desenlace se debió a una conjunción de factores imprevisibles

La forense confirma que el taxista que recibió un puñetazo en la cara murió por el golpe en la cabeza al caer al suelo

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El Juzgado de lo Penal número 7 de Barcelona ha condenado al motorista que en noviembre de 2023 golpeó a un taxista que falleció tras caer al suelo, a una multa de 2.520 euros por homicidio por imprudencia menos grave y un delito leve de lesiones.

La jueza considera que no existió intención de matar, y que la muerte fue consecuencia de una caída fortuita tras el puñetazo.

Según la sentencia, la causa de la muerte fue un "puñetazo con mala suerte", y no un acto doloso. Los informes forenses y el vídeo captado por la cámara de un taxi permitieron reconstruir el suceso y determinar que, tras una discusión de tráfico, el motorista propinó un golpe al taxista, quien cayó de espaldas y se golpeó fatalmente la cabeza contra el suelo.

Traumatismo mortal

La jueza señala que el impacto no provocó lesiones externas visibles en el rostro del taxista, pero sí derivó en un traumatismo craneoencefálico mortal. “No es altamente probable, pero sí previsible”, argumenta la magistrada sobre el desenlace del incidente, al considerar que cualquier persona puede prever el riesgo de provocar una caída con un golpe sorpresivo a otra persona.

Taxi en Barcelona

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Actitud beligerante

La sentencia, que ha avanzado La Vanguardia, refleja que ambos implicados mostraron una actitud beligerante y que el trágico desenlace se debió a una conjunción de factores imprevisibles más que a una intención directa de causar daño letal. Aun así, se sanciona la conducta del motorista por su carácter imprudente y por el desenlace fatal que ocasionó.

El tribunal absuelve al acusado del delito de homicidio por imprudencia grave, así como del delito de lesiones agravadas por uso de instrumento peligroso —como reclamaba la acusación particular por el uso de guantes durante la agresión—, pero sí establece una indemnización de 65.464 euros para los familiares del fallecido.