El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ha confirmado la condena de 15 años de prisión para un inspector de la Policía Nacional por encabezar una red de narcotraficantes que introducía grandes cantidades de cocaína en el Port de Barcelona procedente de Sudamérica.
El alto tribunal catalán también ha ratificado la pena de 5 años y medio de cárcel para un subinspector jubilado que colaboraba en la organización.
Macrojuicio
La resolución del TSJC respalda así el fallo emitido por la Audiencia de Barcelona en noviembre de 2022, tras un macrojuicio que sentó en el banquillo a 32 acusados.
De ellos, 28 fueron condenados a penas de entre 9 meses y 15 años de prisión, mientras que cuatro resultaron absueltos.
Las condenas incluyeron, además del tráfico de drogas, delitos como pertenencia a organización criminal, coacciones, tenencia ilícita de armas y defraudación de fluido eléctrico.
Coche de la Policía Nacional
La sentencia también mantiene las multas económicas impuestas a los dos mandos policiales: 795.000 euros para el inspector y 815.000 euros para el subinspector jubilado.
Lideraban una red de narcotráfico
Según el tribunal, entre diciembre de 2014 y septiembre de 2017, los dos agentes lideraron una red que gestionaba la entrada de cocaína por vía marítima en Barcelona y su posterior distribución tanto en territorio español como en otros países europeos.
El inspector utilizó su posición dentro de la Unidad de Droga y Crimen Organizado (UDyCO) para proporcionar al grupo información privilegiada, coordinar sus actividades y asegurar que las operaciones transcurrieran sin levantar sospechas.
La sala consideró probado que los acusados diseñaban cuidadosamente cada paso: desde cómo comunicarse, hasta cómo referirse a la droga utilizando palabras clave, y dónde reunirse para evitar ser detectados por las autoridades policiales.
Panorámica del Port de Barcelona
Cobertura policial
El inspector, además, accedía a bases de datos policiales para identificar matrículas de vehículos encubiertos que pudieran estar siguiendo a los miembros de la banda, información que posteriormente compartía con los narcotraficantes.
Uno de los episodios clave en la causa fue la operación llevada a cabo en 2015, cuando lograron descargar unos 200 kilos de cocaína escondidos en un contenedor procedente de Brasil.
La Audiencia de Barcelona concluyó que esta operación, como otras, contó con la “cobertura policial” de los mandos condenados, quienes garantizaron que el cargamento pudiera moverse con seguridad.