El Ayuntamiento de Barcelona ha endurecido, este año, las sanciones económicas derivadas de determinadas infracciones en la capital catalana.
Una de ellas es relativa a las molestias hacia los vecinos, unas acciones que, desde este año, el consistorio barcelonés castiga con especial dureza.
Perturbar el descanso de otros residentes, con ruidos molestos o música excesivamente alta, puede conllevar multas de hasta 750 euros.
En caso de que las molestias sean de mayor gravedad, suponiendo un mayor impacto acústico, las ordenanzas fiscales prevén sanciones que pueden alcanzar los 3.000 euros.
Descanso nocturno
El objetivo de la normativa municipal pasa por garantizar el descanso nocturno de los residentes, por lo que el control de los decibelios es especialmente relevante entre las 21.00 y las 08.00 horas.
Los vecinos que sean víctimas de esta contaminación acústica, podrán denunciar los hechos ante la Guardia Urbana.