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Imagen del pantano de Sau Metrópoli

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Estado de la sequía en Catalunya: los pantanos de Barcelona superan el 83% de su capacidad a las puertas del verano

Los embalses del sistema Ter-Llobregat registran sus mejores niveles en una década gracias a las lluvias persistentes del primer semestre de 2025

El Ayuntamiento cronifica la espera de Nou Barris para recuperar las fuentes ornamentales: “Somos el 'cul de sac' de Barcelona”

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Catalunya consolida su recuperación hídrica. Según los últimos datos publicados por la Agència Catalana de l’Aigua, los principales embalses del sistema Ter-Llobregat —responsables del suministro a buena parte del territorio, incluida el área metropolitana de Barcelona— han alcanzado el 83,03% de su capacidad total, con 508,22 hectómetros cúbicos acumulados sobre un máximo de 612,07 hm³.

La cifra representa un salto espectacular respecto al mismo periodo del año anterior, cuando los mismos pantanos almacenaban tan solo 198,76 hm³, es decir, el 32,47% de su capacidad.

Además, los niveles actuales superan las medias registradas en los últimos cinco (370,98 hm³) y diez años (450,84 hm³), confirmando una tendencia de clara mejora tras varios años marcados por la emergencia hídrica.

Estos datos son extraordinarios si se tiene en cuanta la situación hace escaso medio año. En especial en estas fechas cada vez más próximas al verano, cuando se espera un mayor consumo de agua para las piscinas y el turismo. 

Las compuertas del embalse del pantano de Sau en una imagen de archivo

Las compuertas del embalse del pantano de Sau en una imagen de archivo Archivo

De pantanos al límite a reservas rebosantes

Entre los embalses más destacados, La Baells (Cercs) se sitúa en un 97,34% de su capacidad, rozando el máximo de su capacidad.

Le sigue Susqueda (Osor), con un 89,64%, lo que representa 208,87 hm³ de los 233 disponibles. El embalse de Sant Ponç, en Clariana de Cardener, también muestra cifras excepcionales con un 91,14%.

En cuanto al icónico pantano de Sau, en Vilanova de Sau, aunque no lidera en volumen, ha experimentado una significativa recuperación al situarse en 107,75 hm³ (65,20%), frente a los apenas 48,34 hm³ (29,25%) que tenía hace exactamente un año.

El pantano de Sau, con el campanar de la Iglesia casi cubierto

El pantano de Sau, con el campanar de la Iglesia casi cubierto

La famosa imagen del campanario del antiguo pueblo de Sant Romà de Sau, casi sumergido hoy, simboliza este giro positivo en el estado de los recursos hídricos catalanes. 

En los últimos años, con la grave crisis hídrica que atravesaba Catalunya había llamado la atención de muchos curiosos que se habían acercado para entrar dentro de la antigua construcción del pueblo, que quedó sumergida con la inauguración del embalse. 

Por su parte, La Llosa del Cavall, en Navès, alcanza un 78,57%, tras haber estado en mínimos críticos hace solo doce meses.

La consellera de Territori, Silvia Paneque

La consellera de Territori, Silvia Paneque David Zorrakino - Europa Press

Fin de restricciones y recuperación ecológica

La mejora en los embalses ha permitido mantener la fase de normalidad declarada por la Generalitat el pasado 12 de mayo, lo que implicó levantar las restricciones al uso de agua en hogares, agricultura e industria.

Además, los ecosistemas fluviales empiezan a mostrar señales de recuperación: caudales más estables, repoblación de peces y regreso de aves acuáticas que habían desaparecido de algunos tramos de río.

Fuente del Parc de la Ciutadella

Fuente del Parc de la Ciutadella Ayuntamiento de Barcelona

Verano con cautela y sostenibilidad

Pese a los datos alentadores, desde la Generalitat insisten en que no se debe bajar la guardia. Catalunya sigue siendo una región vulnerable al cambio climático y a fenómenos de sequía recurrente.

La Conselleria de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica ha vuelto a hacer un llamamiento a la ciudadanía para que mantenga un uso responsable del agua, especialmente de cara a un verano que se prevé seco y caluroso.

Expertos y gestores del agua coinciden: las lluvias han ofrecido una tregua, pero no una solución definitiva.

La clave estará en reforzar políticas de eficiencia, reutilización y construcción de infraestructuras estratégicas como nuevas desalinizadoras y sistemas de interconexión entre cuencas.