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Barcelona entra en cuenta atrás para una de las citas académicas más decisivas del año: las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU).

A partir del próximo miércoles 11 de junio y hasta el viernes 13, un total de 44.238 estudiantes en toda Cataluña —más de 33.700 solo en la provincia de Barcelona— se enfrentarán a los exámenes que marcarán su futuro universitario.

La cifra representa un incremento del 4 % respecto a 2024 y supone el cuarto récord consecutivo de participación.

Estudiantes durante la prueba de Selectividad en la universidad / EFE

El grueso de los estudiantes (33.904) proviene del bachillerato, aunque también se examinarán 5.267 alumnos de ciclos formativos de grado superior y 5.067 por libre.

Cambios en los exámenes: más claros, pero con más deberes

La edición de este año llega con algunas novedades importantes. El Departament de Recerca i Universitats ha confirmado que se adaptan contenidos a los nuevos currículos de bachillerato y que los exámenes ya no tendrán varias opciones a elegir: cada materia presentará un único modelo de prueba con todos los ejercicios obligatorios, aunque algunos plantearán elección interna en ciertas preguntas.

Además, se ha limitado el uso de preguntas cerradas (tipo test): no podrán superar el 30 % del contenido del examen.

¿Faltas de ortografía? Sí, pero con menos castigo

Una de las cuestiones más comentadas es el cambio en la penalización por errores ortográficos.

En los exámenes de catalán y castellano, las faltas seguirán restando 0,1 puntos cada una, pero el castigo se limita a un máximo de 2 puntos sobre 10.

En el resto de materias, la ortografía ya no podrá penalizar hasta un 10 % del ejercicio, como ocurría en teoría en años anteriores.

Estudiantes durante un examen de selectividad / EFE

Esto supone una flexibilización que ha generado debate, especialmente entre el profesorado universitario, que alerta del aumento de errores lingüísticos en los estudiantes que acceden a grados.

221 tribunales y más de 2.400 profesores

En total, se activarán 221 tribunales repartidos en 31 municipios y más de 2.400 profesores participarán en la vigilancia y corrección de los exámenes.

En Barcelona, miles de estudiantes ocuparán aulas y pabellones universitarios desde primera hora de la mañana, entre nervios, apuntes de última hora y rituales pre-examen.

Pese al llamamiento a boicotear las correcciones por parte de algunos docentes en protesta por la fusión de materias científicas en bachillerato, el Departament asegura que todos los examinadores están cubiertos y que el proceso no peligra.

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