En Catalunya, cerca de 280 niños y niñas menores de seis años viven en centros residenciales de la Direcció General de Prevenció i Protecció a la Infància i l’Adolescència (DGPPIA). Tras esta cifra, hay historias de criaturas que no pueden convivir con su familia y necesitan un hogar que les dé afecto y seguridad. Por eso, el compromiso del Govern está claro: todos los niños, especialmente los más pequeños, tienen que poder crecer en familia y esto solo será posible con más personas dispuestas a acogerlos.
-
Faltan familias de acogida para ofrecer un entorno seguro a las criaturas
Con este objetivo, la Generalitat ha lanzado una estrategia para doblar el número de familias acogedoras. El plan prevé aumentar en 2,3 millones de euros la dotación económica para reforzar los equipos técnicos, agilizar los trámites, dar más apoyo a las familias acogedoras y aplicar mejoras fiscales.
La acogida puede ser de urgencia y diagnóstico, como el caso de Mayra y Pepe (para bebés y pequeños). Pero también hay otras modalidades: el simple (de uno a dos años de duración), el permanente (cuando no se prevé el retorno a la familia de origen), el especializado o la acogida de vacaciones y fines de semana. En Catalunya, hay 798 familias de acogida que acogen a 908 niños. Además, 134 familias colaboradoras acogen a 134 niños y niñas los fines de semana y en periodo de vacaciones.
-
En Catalunya hay 798 familias que acogen a 908 niños y niñas
“Me siento querida de verdad”
Cuando Laura tenía ocho años, llegó a una familia de acogida. Hoy tiene veinte, continúa viviendo con ellos y estudia Educación Social. “Tengo mucha suerte. Tuve una segunda oportunidad. Me siento querida de verdad”. Laura recuerda que cuando cumplió dieciocho años tenía mucho miedo. “Todo el mundo pensaba en el carné de conducir o en salir de fiesta, pero yo sólo pensaba en si tendría que marcharme de casa. Por suerte, pude quedarme. Y gracias a esto, estoy en la universidad.”
El proceso para hacerse familia acogedora incluye formación, entrevistas y seguimiento posterior. El Institut Català de l’Acolliment i l’Adopció (ICAA) acompaña a las familias y ofrece apoyo económico, psicológico y material. “Estos niños llevan una mochila importante. Necesitan más que nunca un entorno seguro y cariñoso”, relata la directora del ICAA, Elena Lledós Monsó.Y este entorno lo han encontrado en familias como la de Mariona y Joe. En 2015, cuando sus dos hijos tenían seis y nueve años, acogieron a una niña de cuatro. “Primero empezamos a salir del centro y a realizar actividades juntos; la llevábamos a casa unas horas. Después se quedó”, recuerdan. Hoy tiene trece años y es una más de la familia. “Ella tenía muchas ganas de integrarse e hizo todo el esfuerzo del mundo”, recuerda Mariona con orgullo.
Crecer en familia: un derecho, una necesidad
Está demostrado que vivir en familia favorece el desarrollo emocional, físico y social de los niños. Por eso, la Generalitat trabaja para reducir al máximo la estancia de los menores de edad en centros residenciales y anima a familias de todo tipo a dar el paso.
Testimonios como el de Laura, acogida en familia, son el mejor ejemplo: “Me haría mucha ilusión que cada vez haya más gente que pueda tener la suerte que yo he tenido”. Junto a su pareja tienen claro que quieren acoger. “No adoptar, acoger. Dar una segunda oportunidad, como la que yo tuve”, sostiene.
-
Crecer en familia favorece el desarrollo emocional, físico y social de los pequeños