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El Ayuntamiento de Barcelona ha endurecido la normativa en el litoral. A partir de 2026, quienes fumen en la playa podrán enfrentarse a multas de hasta 30 euros.

Recogida de colillas en la playa en una imagen de archivo / HUGO FERNÁNDEZ

La medida forma parte de una política más amplia impulsada por la Diputación de Barcelona, que busca espacios más limpios y saludables en toda la costa.

Tolerancia cero al tabaco en la arena

Desde 2022, Barcelona capital, Calella y El Masnou ya aplican la prohibición. Ahora, otros siete municipios costeros se suman a la iniciativa: Premià de Mar, Vilassar de Mar, Cubelles, Sant Andreu de Llavaneres, Sant Vicenç de Montalt, Sant Pol de Mar y Vilanova i la Geltrú.

Por ahora, la restricción será sin sanciones durante 2025, pero servirá como fase de adaptación para los bañistas.

Una decisión “valiente”, según la Diputación

La presidenta de la Diputación ha sido clara: “Queremos playas más sostenibles, saludables y limpias. Y para conseguirlo hacen falta decisiones valientes”.

Municipios como Sitges, Pineda de Mar o Caldes d’Estrac, que ya tienen zonas libres de humo, ampliarán la prohibición a todas sus playas.

El verano más controlado

Con la llegada del calor, miles de vecinos se acercan a disfrutar del sol y el mar. Pero esta temporada, estar al tanto de la normativa será clave para evitar sanciones.

En 2026, la multa máxima por fumar en zonas prohibidas será de 30 euros, y se espera que haya vigilancia activa para asegurar el cumplimiento.