El CE Europa y el Ayuntamiento de Barcelona han propuesto este martes el recinto deportivo de Can Dragó como alternativa provisional para disputar los partidos de Primera Federación, en caso de que el club no pueda continuar utilizando el Nou Sardenya más allá de enero de 2026.
La propuesta surge como respuesta a los nuevos requerimientos de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), que exige que, a partir del 15 de enero de 2026, todos los encuentros de la categoría se celebren en campos de césped natural.
El Nou Sardenya, campo de fútbol del CE Europa, en una imagen de archivo
Esta normativa dejaría fuera al estadio actual del club, que cuenta con césped artificial. Para ellos esta es una solución de último recurso tal y como ha afirmado a Metrópoli el presidente del equipo, Héctor Ibar, "seguiremos luchando para jugar toda la temporada en el Nou Sardenya".
Can Dragó, en proceso de adecuación
El espacio deportivo de Can Dragó, ubicado en el distrito de Nou Barris, dispone de césped natural y se utiliza habitualmente para actividades de atletismo.
Según han confirmado tanto el club como el consistorio, el campo se encuentra ya en fase de adaptación para poder cumplir con los criterios técnicos y de aforo que exige la federación.
El estadio del Nou Sardenya del CE Europa
“Can Dragó reunía todos los requisitos para que lo pudiéramos adaptar”, ha afirmado el concejal de Deportes, David Escudé, quien también ha manifestado su desacuerdo con la normativa federativa, criticándola por su rigidez y su impacto sobre clubes históricos como el Europa.
El CE Europa no se rinde: quiere seguir en casa
El club había solicitado a la RFEF una moratoria de un año para poder adaptar su campo a los nuevos requisitos.
Sin embargo, la federación solo ha concedido una prórroga de seis meses, lo que obliga al Europa a buscar soluciones inmediatas sin renunciar a su lucha por mantener viva la identidad del club.