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Mano dura contra las ‘rutas de borrachera’ en Barcelona. El gobierno municipal ha anunciado que se extiende a toda la ciudad la prohibición de organizar itinerarios relacionados con el consumo de alcohol las 24 horas del día. De lo contrario, se impondrán multas superiores a los 900 euros a los responsables del recorrido o de los locales por incumplir la normativa.

La Guardia Urbana también multará la entrega de publicidad a pie de calle para captar a clientes a los itinerarios alcohólicos. La modificación de la ordenanza de civismo propuesta por el gobierno de Collboni plantea que la promoción de los recorridos etílicos se multe con castigos de 1.500 a 3.000 euros.

La medida tendrá una duración de cuatro años a partir de su entrada en vigor. Tras la aprobación inicial del decreto, firmado por el alcalde Jaume Collboni, se abre un período de información pública de veinte días.

Durante este tiempo, queda prohibido organizar, vender o llevar a cabo circuitos o itinerarios que incluyan varios establecimientos o locales de ocio de la ciudad. Además, el nuevo texto prohíbe expresamente la difusión publicitaria de estas actividades por cualquier medio.

Un grupo de jóvenes baila en un local de ocio nocturno en Barcelona EUROPA PRESS

Garantizar la convivencia

Hasta ahora, las rutas de alcohol solo estaban restringidas en los distritos de Ciutat Vella –desde 2012– y del Eixampledesde el 1 de junio de este año–. En ambos casos, los decretos limitaban principalmente su realización en horario nocturno, entre las 19:00 y las 07:00 horas.

Sin embargo, tras detectar que estas actividades se desarrollan durante todo el año, el Ayuntamiento de Barcelona ha decidido ampliar la restricción a las 24 horas del día. El objetivo es garantizar la convivencia ciudadana, proteger el descanso vecinal y salvaguardar la salud pública.

Grupos de turistas

La actividad, conocida como pub crawling, es una forma de negocio que consiste en promocionar el consumo de alcohol a través de un recorrido por varios establecimientos adheridos a una oferta de precios.

Normalmente, existe un promotor encargado de buscar grupos de personas, mayoritariamente turistas, a quienes concentra en uno de los locales para dar inicio al recorrido.

Varias personas sentadas en terrazas en la plaza dels Àngels del Raval en Barcelona David Zorrakino - EP

Este tipo de oferta consiste en consumir una o varias bebidas, generalmente de baja calidad y en un corto periodo de tiempo, para luego continuar hacia el siguiente establecimiento.

Debido a sus características, estas prácticas han sido identificadas como un factor de riesgo: generan molestias vecinales, aumentan la presión sobre el espacio público y pueden derivar en infracciones o delitos, especialmente relacionados con la seguridad vial.