Barcelona ha visto cómo su skyline cambia para siempre: la emblemática Sagrada Família ya se ha alzado como el edificio más alto de la ciudad.
La torre central del templo, dedicada a Jesucristo, ha superado recientemente los 155,58 metros de altura, desbancando por primera vez desde los Juegos Olímpicos de 1992 a los rascacielos que ostentaban hasta ahora el récord: la Torre Mapfre y el Hotel Arts, ambos con 154 metros.
Este nuevo hito arquitectónico no solo representa un cambio en el perfil urbano de la capital catalana, sino que también es la culminación de un deseo largamente acariciado por Antoni Gaudí.
El visionario arquitecto modernista siempre imaginó que su obra cumbre alcanzaría la máxima altura posible, sin llegar a sobrepasar la grandeza natural de las montañas de Barcelona. En sus propias palabras, consideraba que una construcción hecha por el ser humano nunca debía superar la obra de Dios.
Basílica de la Sagrada Família desde su interior
Un símbolo que sigue creciendo
Pese a que la torre de Jesucristo ya ostenta el título de estructura más alta de la ciudad, su crecimiento aún no ha terminado. Está previsto que alcance los 172,5 metros cuando se coloque una imponente cruz de cuatro brazos en su cima, un elemento que no solo completará la silueta del templo, sino que también albergará un mirador interior.
La instalación de las primeras piezas de la cruz ya ha comenzado, y se espera que el mirador se abra al público en 2027, ofreciendo una vista panorámica única de Barcelona.
Para entonces, la Sagrada Família se habrá convertido también en la iglesia más alta del mundo, superando a la catedral de Ulm (Alemania), que alcanza los 162 metros.
Turistas fotografían la Sagrada Família de Barcelona, uno de los monumentos religiosos de la ciudad / EFE
Respeto por el entorno natural
Fiel al ideario de Gaudí, el templo nunca sobrepasará los 177 metros de la montaña de Montjuïc, la cima natural de la ciudad. Esta decisión, más allá de lo técnico, responde a una visión espiritual: un equilibrio entre la mano del hombre y la obra divina que envuelve toda la filosofía del arquitecto.
Con este avance, Barcelona reafirma su vínculo con Gaudí y con la arquitectura como forma de identidad cultural. La culminación de la Sagrada Família está prevista para 2026, una fecha que no es casual. Coincidirá con el centenario de la muerte de su creador, un momento que se espera convertir en celebración internacional.
El proyecto de construcción continúa en paralelo con otros elementos, como la fachada de la Gloria, la entrada principal de la basílica. Este acceso contempla la construcción de una escalinata que cruzaría la calle Mallorca, un asunto que sigue en fase de negociación con el Ayuntamiento de Barcelona y los vecinos, dado que implicaría la expropiación de algunos bloques de viviendas.
Basílica de la Sagrada Família
Una candidatura espiritual en marcha
El crecimiento de la Sagrada Família también ha coincidido con un impulso importante en el proceso de beatificación de Gaudí. El Papa Francisco lo declaró, antes de su muerte, “venerable”, primer paso dentro del proceso hacia la santidad. Un reconocimiento que no solo celebra la vida del arquitecto, sino también el carácter profundamente espiritual de su obra.
A pocos meses de celebrar el centenario de su muerte, el sueño de Antoni Gaudí está cada vez más cerca de completarse. La Sagrada Família, nacida de su imaginación y ejecutada con la dedicación de miles de manos durante más de un siglo, ya domina los cielos de Barcelona y se prepara para entrar en la historia como el templo más alto y singular del mundo.