Entre los 73 barrios con los que cuenta Barcelona, uno de ellos destaca por su singularidad. Es el más pequeño de la ciudad, tiene una escasa cifra de habitantes y un notable ambiente rural.
Se trata de La Clota, un territorio que no alcanza los 600 vecinos. Perteneciente al distrito de Horta-Guinardó, traslada a sus visitantes a un lugar tranquilo con casas pequeñas y huertos pintorescos.
Historia agrícola
Antiguamente, La Clota era conocida por sus terrenos fértiles y su producción agrícola. En los siglos XIX y XX, el barrio estaba compuesto principalmente por masías y huertos.
Un típico rincón en el centro del barrio de La Clota
Sus habitantes se dedicaban al cultivo de frutas y hortalizas, que abastecían a los mercados locales de Barcelona. Este carácter agrícola se mantuvo durante gran parte del siglo XX.
Aire rural
El crecimiento urbano de La Clota no ha sido muy significativo, y ha mantenido hasta hoy ese aire rural que constituye una notable singularidad en la Barcelona actual.
Barrio de la Clota, en Horta-Guinardó
Coexisten las casas bajas y masías centenarias con huertos, con un pequeño núcleo formado por edificaciones autoconstruidas. Todavía quedan algunos talleres como carpinterías, marmolerías y herrerías.