A tan solo media hora de Barcelona se encuentra un pueblo costero que recuerda a la Costa Brava por su encanto y sus aguas cristalinas.
Se trata de Sant Vicenç de Montalt, un municipio muy acogedor en el que se puede disfrutar de una "fusión" entre el mar y la montaña.
Sus paisajes naturales, playas y la tranquilidad que le caracteriza son algunas de las razones por los que se decantan por este rincón costero.
Características
Con una población de cercana a los 6.500 habitantes, esta pueblo costero ofrece, tanto al residente como al visitante, 1280 metros de playas con aguas cristalinas, y un paisaje rodeado de las montañas de la Cordillera Litoral.