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Del 29 al 31 de agosto, el puerto de Barcelona se convierte en un escenario de música, cultura y solidaridad antes de la partida de la flotilla humanitaria hacia la Franja de Gaza.

El Moll de la Fusta no será este fin de semana un simple paseo marítimo.

Entre velas, mástiles y banderas, se levantará un espacio de encuentro que mezcla conciertos, charlas y actividades en apoyo al pueblo palestino.

Zona del Moll de la Fusta del Port Vell en Barcelona / HUGO FERNÁNDEZ

Sobre el escenario sonarán nombres como Macaco, Morad, Clara Peya, Tribade, Muerdo, 3dnan y Lobo Solitario, junto a artistas palestinos como Marwan, Sol Band, Althroode, Sofree, Makimakkuky y Sama Abdulhad.

Todos ellos actuarán gratis, convirtiendo la música en altavoz de una causa global.

Charlas, debates y cultura crítica

No será solo música: el Moll acogerá debates, mesas redondas y actividades culturales organizadas junto a la Coalició Prou Complicitat amb Israel (CPCI), la Comunitat Palestina, así como colectivos de sanitarios y juristas que trabajan por visibilizar la crisis humanitaria en Gaza.

Las conversaciones girarán en torno a la denuncia del bloqueo, la justicia social y las vías de ayuda que la sociedad civil impulsa desde diferentes países.

Activistas de más de 44 países 

El domingo, Barcelona será el punto de partida de lo que los organizadores describen como la “mayor misión humanitaria de la historia”: decenas de barcos zarparán cargados de alimentos, agua y material sanitario rumbo a Gaza.

En ellos viajarán cientos de activistas de 44 países, unidos bajo la iniciativa de la Global Sumud Flotilla, que busca desafiar el bloqueo y abrir una vía de apoyo directo a la población palestina.

Barcelona como epicentro solidario

Durante tres días, la ciudad se transforma en un puerto de cultura y solidaridad. Música, compromiso político y acción humanitaria confluyen en un mismo espacio que convierte a Barcelona en el epicentro de un movimiento internacional.

El paseo de Colón y el Moll de la Fusta / AYUNTAMIENTO DE BARCELONA

“Que la música y la cultura sirvan para acompañar la lucha de un pueblo” es la idea que resume el espíritu de este fin de semana, antes de que las velas se hinchen y la flotilla parta hacia uno de los conflictos más graves y olvidados del mundo.