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El inicio del curso académico en Barcelona vuelve a poner sobre la mesa un problema creciente: la demanda de plazas en residencias universitarias multiplica por cinco la oferta disponible.

Según datos de Aparto, unos 85.000 estudiantes buscan alojamiento frente a las 15.000 camas actuales, lo que deja un déficit superior a las 70.000 plazas.

Exterior de la residencia universitaria Micampus de La Mina METRÓPOLI

Las residencias cuentan con una media de 350 a 500 camas, repartidas en unas 30 o 40 instalaciones, localizadas sobre todo en los principales nodos universitarios de la ciudad.

Una situación que se repite en otras ciudades

El fenómeno no es exclusivo de Barcelona. También ocurre en Madrid y empieza a extenderse a ciudades como Girona, donde la gerente de operaciones de Aparto, Anna Romero, advierte de que la falta de plazas es “similar” y cada vez más preocupante.

La residencia universitaria Micampus situada en pleno barrio de La Mina de Sant Adrià METRÓPOLI

En el caso de Barcelona, la capital catalana se consolida como la segunda provincia con mayor demanda de residencias en España, solo por detrás de Madrid, y atrae tanto a estudiantes nacionales (55%) como internacionales (45%).

Estudiantes europeos y americanos marcan la tendencia

En el ámbito internacional, predominan los estudiantes europeos, especialmente de Francia e Italia, seguidos por jóvenes procedentes de América, cuya presencia “se ha incrementado mucho en los últimos años”.

Aunque septiembre concentra gran parte de las solicitudes, Romero recuerda que de enero a mayo se produce otro gran pico de demanda, coincidiendo con la llegada de estudiantes internacionales que se suman a los del curso regular.

Buscar habitación con meses de antelación

Es el caso de Lauren, una estudiante francesa de 20 años, que empezará en enero sus estudios en Barcelona y ya busca alojamiento con antelación: “Algunas amigas me han avisado de que encontrar habitación es complicado, por eso he empezado ya a buscar”, cuenta.

La futura residencia universitaria de la UB en Bellvitge AJUNTAMENT L'HOSPITALET

En la misma línea, Marc, de 21 años y procedente de Andorra, recuerda que el curso pasado logró plaza en una residencia del Raval, donde pagaba entre 850 y 900 euros mensuales: “Era ideal para socializar y adaptarme a la ciudad”.

Entre 900 y 1.500 euros por habitación

Los precios en residencias oscilan actualmente entre 900 y 1.500 euros al mes, con servicios incluidos. Sin embargo, Marc decidió cambiar de modelo habitacional para su segundo año y alquilar una habitación en un piso compartido en la misma zona.

El reto fue aún mayor: el proceso resultó más complicado y el presupuesto total —entre alquiler y gastos de gestión— terminó siendo prácticamente el mismo que en la residencia. Según un estudio de pisos.com, Barcelona es la capital más cara de España para compartir piso, con una media de 646 euros mensuales.

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