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El hijo del narcotraficante Pablo Escobar, el arquitecto Juan Pablo Escobar, ha insistido en la presentación en Barcelona del cómic Escobar. Una educación criminal que la historia de su padre no es un éxito: "Prefiero morir antes que repetir el legado de mi padre".

Además, ha hecho hincapié en la importancia de no glorificar el narcotráfico ni las hazañas de su padre. Asimismo, ha advertido de que algunas obras de ficción hacen apología del narcotráfico: "Yo conciencio, Netflix glorifica".

En este sentido,  ha asegurado que quiere hacerse responsable moralmente de la parte que le toca y construir una sociedad más cercana a la verdad y alejada del prejuicio. 

Riesgo sistemático

Juan Pablo ha explicado que, por ser hijo de quien era, su vida estaba en riesgo de forma "sistemática y permanente", por lo que no contemplaba ni la posibilidad de soñar ni de pensar en el futuro.

También ha dicho que crecer rodeado de personas que al día siguiente podían desaparecer o morir genera hermandad: "Esa fragilidad de la vida hace que las relaciones sean supremamente intensas".

Su historia en un cómic

Escobar ha recalcado que el cómic surge de la inquietud de los lectores sobre su historia y en respuesta a su hartazgo hacia la figura de su padre, que tenía claro que no quería que "fuera protagonista", por lo que solo aparece al final. 

"Se destaca por la ausencia de Pablo Escobar. No puedo obviarle a él, pero sí quería que ocupara la fila final", ha dicho.

El hijo del narco ha afirmado que, para esta obra, se ha tenido que enfrentar a su propia historia: "Atreverse a contar cuánta sangre y violencia viste no es sencillo".

La sombra del narcotraficante

Pablo Escobar vivió sus últimos diez años en clandestinidad, pero pese a eso, fue un padre "muy presente", y escribía a su hijo cada semana, le grababa canciones y le mandaba cintas con mensajes grabados. 

El hijo ha recordado, textualmente, la dualidad de conocer al papá y al delincuente: "No me daba el mejor ejemplo, pero me educaba en valores, me decía que tenía que respetar a las personas mientras las mandaba matar; tenía que decir 'por favor' y 'gracias' cuando él era un terrorista".

"¿Cómo no escuchar al hombre que era responsable del 80% del tráfico de cocaína en el mundo cuanto te sienta y te dice que la cocaína es un veneno?", ha reflexionado.

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