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Barcelona encara el último día laborable de la semana bajo la amenaza persistente de la lluvia. Las primeras horas de la mañana serán las más inestables, con una probabilidad de precipitación que alcanza el 80%, aunque esta irá disminuyendo a lo largo de la jornada hasta situarse en un 20% por la tarde.

Pese a ello, no se descarta que algunos chubascos intermitentes aparezcan de manera irregular, afectando sobre todo a los desplazamientos matinales.

Las temperaturas se mantendrán moderadas durante todo el día, moviéndose en una horquilla que irá desde los 18 °C de mínima hasta unos 22 °C de máxima.

Nubes bajas sobre la capital catalana FLICKR (ALFONS PUERTAS)

Aunque no se esperan cambios bruscos, la sensación térmica podría variar puntualmente en función de los momentos de lluvia y la cobertura nubosa. En general, se prevé un ambiente húmedo pero sin grandes sobresaltos térmicos.

Transporte público

Las principales líneas de metro, tren y bus funcionan con normalidad hasta las 07:00 horas de este viernes, sin incidencias destacables, según informan TMB y FGC.

Archivo - Tráfico en Barcelona en una imagen de archivo David Zorrakino - Europa Press - Archivo

Tráfico

La jornada arranca con pequeñas afectaciones en varios accesos a Barcelona. La incidencia más destacada se localiza en la AP-7, entre Castellbisbal y Sant Cugat del Vallès, donde dos carriles permanecen cortados y la circulación está fuertemente congestionada en un tramo de cuatro kilómetros.

También se registran retenciones en la B-23, a la altura del Papiol, en sentido Tarragona, donde el tráfico avanza con dificultad en un tramo próximo a un kilómetro.

En la red metropolitana, la B-10 concentra varios puntos críticos: retenciones en sentido norte entre Santa Coloma de Gramenet y Barcelona, así como en sentido sur desde Barcelona hasta Sant Adrià de Besòs, con tramos que superan los cinco kilómetros afectados.

La B-20 tampoco se libra del colapso, con circulación muy intensa en los accesos al Nus del Llobregat y al Nus de la Trinitat, mientras que en la C-58, en su entrada a Barcelona, se mantienen las retenciones habituales de primera hora.