La generosidad del Ayuntamiento de Barcelona con los chiringuitos de ideologías afines y sus activistas barrio no tiene límite como se puede comprobar con el ateneo popular que montó en la calle Nàpols: se han tomado vacaciones hasta el 14 de septiembre, como si fuera un colegio.
El Ateneu El Poblet nació de la iniciativa de unos activistas que trataron de bloquear las obras en el solar del antiguo cine Niza --Recuperem el Niza--, donde se ha construido un supermercado Mercadona y un bloque de pisos. Su idea era impedirlo y conseguir que el consistorio apoyara la transformación del antiguo cine en un ateneo popular, algo semejante quizá a la cercana Casa de Cádiz. Repartieron pasquines y trataron de recoger firmas. La campaña tuvo un gran éxito: la empresa constructora del solar del antiguo Niza, Cel Urbà, hizo una donación de un millón de euros para el nuevo ateneo.
Al final, los propietarios del solar del cine pudieron desarrollar su proyecto y el Ayuntamiento canalizó una inversión total de unos cinco millones de euros para el nuevo local en la cercana calle de Nàpols. Los bajos, de 1.350 metros cuadrados, habían pertenecido a la firma Vidal Aymerich, del sector del textil, que lo vendió al consistorio por 2,4 millones. La empresa municipal Bisma tardó más de dos años en las obras de acondicionamiento.
El nuevo ateneo, donde se reúne la asociación de vecinos del barrio unas horas a la semana, apenas tiene actividad, casi siempre está vacío. Las únicas ocupantes habituales son un par de empleadas que por lo visto hacen horario escolar. ¡Qué derroche!