Toni Freixa fracasó, por segunda vez, en su asalto a la presidencia del Barça. Su candidatura fue la tercera más votada en las elecciones del pasado 7 de marzo, con 4.769 apoyos, muchos menos que los obtenidos por Víctor Font (16.679 votos) y Joan Laporta (30.184), elegido máximo dirigente de la entidad por seis años.
Los socios del Barça apenas sintonizaron con las propuestas del líder de Fídels al Barça, el candidato más continuista de los tres, que reivindicó el legado de los ex presidentes Josep Maria Bartomeu y Josep Lluís Núñez para distanciarse de sus rivales.
En el pasado, Freixa protagonizó algunos capítulos oscuros. El más reciente fue un negocio de trading deportivo que acabó muy mal, sobre el que planeó una estafa piramidal. Su nombre también estuvo implicado en el fracasado proyecto de los columbarios del Barça, aunque la Audiencia de Barcelona archivó el caso. Su leyenda negra suma y sigue.
DEUDA DE 100.000 EUROS
Dos meses después de las elecciones a la presidencia del Barça ha trascendido que su candidatura no tiene fondos para pagar a los trabajadores y proveedores de su campaña. La deuda del abogado barcelonés a su equipo de campaña asciende a 100.000 euros.
La noticia ha estallado después de que empresas subcontratadas por Freixa para la campaña están reclamando el dinero que les debe la candidatura enviando burofaxs al domicilio del líder de Fídels al Barça.