La cobardía (e incongruencia) del Gremi d’Hotels de Barcelona
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El sector turístico, lleno de esperanzas, ansía la llegada del verano para alcanzar la plena recuperación tras las buenas cifras registradas durante la Semana Santa en Barcelona. Fue una semana de oro para hoteleros, restauradores y comerciantes: todos ellos acogían con los brazos abiertos a los turistas tras dos años de duras pérdidas económicas.
Pese a las buenas cifras y la alegría del sector, el gobierno de Ada Colau repudió la vuelta de extranjeros sin escrúpulos. Lo hizo uno de sus miembros más polémicos, Jordi Rabassa, regidor de Ciutat Vella –precisamente uno de los distritos con más actividad turística--. Emulando a su predecesora en el cargo, se atrevió a decir que los turistas “no aportan nada positivo”.
Empresarios y entidades cargaron contra sus palabras, mientras que el Gremi d’Hotels, uno de los sectores más beneficiados por el regreso de visitantes, optó por no posicionarse. Así quedó reflejado en un artículo publicado por este medio, donde la asociación presidida por Jordi Clos prefirió guardar silencio al ser preguntados por la cuestión.
Es inexplicable que un gremio que representa a miles de empresas que han pendido de un hilo, no contradiga unas declaraciones que les ataca de forma directa. Quizá algo tenga que ver con sus alianzas con el consistorio de Ada Colau, señalan algunos empresarios del sector hotelero.