La noticia no ha trascendido en exceso. Y es que su protagonista hace ya tiempo que dejó de ser relevante tanto en la política barcelonesa como catalana. Ferran Mascarell i Canalda, quién había sido concejal del Ayuntamiento de Barcelona y conseller de la Generalitat tanto con el PSC como con CiU, abandona la política. Su último cargo con cierta notoriedad fue el de concejal en el consistorio barcelonés en el anterior mandato con JxCat. Ahora, Mascarell rompe el carnet de su última formación con una crítica a la política de partidos.
Lo explicó él mismo hace unas semanas en una columna de opinión en El Món que ha pasado desapercibida en estas intensas semanas de actualidad electoral de julio. Lo hizo con una crítica contenida a la partitocracia: “Me he dado de baja. Necesito una temporada de soledad política (...). Les confieso que pocas veces he estado cómodo dentro de ningún partido. Demasiado corporativismo. Me considero inscrito en el partido que preconizaba Albert Camus: el de los que no estamos seguros de tener siempre y, en todo, la razón”.
Pese a estas palabras, lo cierto es que la vida de Ferran Mascarell ha estado íntimamente ligada al universo político catalán. Uno de sus primeros cargos públicos lo ocupó en 1983, cuando fue nombrado director de publicaciones de la Diputación de Barcelona. Unos años más tarde, en 1987, entró en el Ayuntamiento de Barcelona como coordinador del área de cultura. Posteriormente fue delegado general en Catalunya de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) y director gerente del Instituto de Cultura de Barcelona (Icub) entre 1996 y 1999.
Como militante socialista, fue concejal de Cultura y del distrito de Gràcia del Ayuntamiento de Barcelona con los alcaldes Joan Clos y Jordi Hereu. Después recaló en la Generalitat de Catalunya como conseller de Cultura de Pasqual Maragall, cargo donde duró apenas medio año. Con la vuelta de CiU al poder del Ejecutivo catalán, Mascarell dio un volantazo y pasó a formar parte del gobierno de Artur Mas también a cargo de la cartera de Cultura. Rompió con el partido socialista y abrazó a Convergència, a quien acompañaría tras su mutación en la actual JxCat.
Con los exconvergentes volvió al Ayuntamiento de Barcelona como concejal bajo el liderazgo de Elsa Artadi. Su nombre sonó como posible líder de JxCat en el consistorio, pero nunca tuvo los apoyos suficientes. Su posible salto a la dirección en Barcelona se desvaneció tras desaparecer de las listas del partido en las pasadas elecciones de mayo, cuando Xavier Trias configuró un amplio equipo de diversas sensibilidades, pero donde no estaba Mascarell.
A sus más de 70 años, el político que empezó militando en Bandera Roja y el PSUC para acabar en Convergència puede retirarse o dedicarse al sector privado. Hace unos años entró en el negocio del wellness y la belleza, según publicó Crónica Global. Meses después de publicarse la noticia, se dio de baja en la sociedad (AF Benestar i Qualitat de Vida SL) y en la actualidad aparece como administradora única su socia en aquel entonces, Becsy Alexandra Cedeño Delgado.