El Mobile World Congress, como evento mundial de la telefonía móvil (o sea, sin conexión alámbrica), desparrama sus atribuciones en muchos ámbitos del mundo tecnológico. Todos queremos tener lo último en ‘high-tech’ con una condición: que no haya cables de por medio. Son un engorro. Y las ciudades también están en esta tesitura. De ahí que el MWC crease en su día un premio para galardonar los proyectos que más contribuyan a la mejora tecnológica de lo que se ha dado por llamar ‘Smart Cities’: ciudades inteligentes.
Lo expone el propio Mobile en román paladino: 'Este premio tiene como objetivo identificar y reconocer las contribuciones transformadoras e innovadoras a la evolución de las Smart Cities a través del uso de la tecnología móvil y la conectividad'.
La ganadora en la edición de 2017 fue la empresa KT for KT-MEG (Micro Energy Grid), una plataforma que da respuesta a la demanda IoT (Internet de las Cosas) utilizando microrredes, análisis basados en la 'nube' y una variedad de redes móviles y medios de comunicación para administrar el suministro y el consumo de energía en toda Corea del Sur.
En fin, que se buscan proyectos entre una amplia variedad de organizaciones, dentro del ecosistema móvil y tecnológico, que aborden desafíos urbanos específicos, impulsen la actividad económica, mejoren el medioambiente, brinden servicio o eficiencia de costos para la ciudad o mejoren la calidad de vida de los ciudadanos y de sus visitantes, de forma tangible y sostenible.
Estos proyectos pueden incluir (aunque no se limitan a ello) productos móviles, servicios y aplicaciones que permiten a las personas acceder fácilmente a la información sobre los servicios de la ciudad, moverse con facilidad, mejorar la eficiencia de las operaciones de una ciudad, ampliar la seguridad, abordar la contaminación y el cambio climático, o mejorar el trabajo diario y las experiencias de ocio, en el contexto de una vida más inteligente en el entorno urbano.
El jurado designado por el MWC que concederá el premio buscará, entre todos los presentados, aquellos proyectos que demuestren una innovación genuina y un nuevo pensamiento para enfrentar dichos desafíos, que no podrán ser implementaciones teóricas, sino reales. Es decir, que ya se hayan practicado en algún lugar del mundo y que hayan demostrado su efectividad, tanto si se lo han hecho en mercados emergentes como en economías avanzadas.
Los proyectos pueden abordar desafíos urbanos específicos en un enfoque singular, o demostrar una combinación de aplicaciones, productos o servicios que, en su conjunto, mejoren la gestión y la coordinación de servicios de 'ciudades inteligentes' a través de plataformas, infraestructura, ciudadanos y vehículos, a fin de generar nuevos conocimientos, costes reducidos y proporcionar una gama de servicios conectados.
Básicamente, lo que buscan los promotores del premio es la innovación en productos, tecnología, servicios o aplicaciones y/o nuevos modelos de negocios móviles que creen valor (o puedan hacerlo) más allá de la pura conectividad, aprovechando al máximo las nuevas tecnologías: sensores combinados con grandes análisis de datos (Big Data) que creen valor, promuevan el espíritu emprendedor y fomenten el ingenio de las empresas emergentes (startups).
LA SOLUCIÓN DE HUAWEI, FAVORITA
Entre quienes presentan su candidatura para el premio se encuentra una empresa grande: la china Huawei, que ofrece un proyecto en colaboración con MNO y otros socios en una docena de proyectos de NB-IoT (NarrowBand-Internet of Things, o sea, Banda Estrecha para Internet de las Cosas), que ya están aplicando en todo el mundo. Su proyecto ofrece, además, un plus: muestra resultados inmediatos y cuantificables, tanto en el valor comercial como en el beneficio social.
Huawei ha implementado más de 50 aplicaciones inteligentes en cooperación con empresas de servicios públicos, gobiernos locales y otros socios. Los operadores, en particular, están muy satisfechos porque han experimentado un crecimiento de ingresos muy significativo: han triplicado o multiplicado por diez su negocio de conectividad tradicional. La multinacional china, que se está 'comiendo' literalmente el mercado de África, ofrece soluciones técnicas integrales y ecosistemas robustos para respaldar modelos de negocios innovadores que permiten a las empresas de telecomunicaciones desarrollar sus negocios tradicionales y, a la vez, ofrecer programas para ‘smart cities’ de alta calidad y sostenibilidad sostenible.