La cocina peruana tradicional es oriental sin fusionar
La Limeñita prepara la pachamanca, el plato inca más popular de las fiestas peruanas
12 marzo, 2018 13:25Noticias relacionadas
"El buen hacer y la atención al cliente" son los conceptos con los que define Andrés su retaurante de cocina peruana. Propietario, junto a su mujer, de La Limeñita desde hace diez años. Uno de los restaurantes pioneros de cocina peruana en Barcelona. La pareja que regentó hasta dos locales más en el área metropolitana, decidió apostar por la cocina tradicional peruana y quedarse con un solo restaurante, y desde entonces, solo han cosechado éxitos desde 2008.
Durante los inicios, La Limeñita, contaba con shows en directo pero el ruido suscitaba un ambiente que no era el objetivo de Andrés, por lo que ahora solo se reserva las actuaciones musicales para días señalados en el calendario y eventos especiales.
A diferencia de los restaurantes de cocina peruana más afamados, La Limeñita destaca por su atención al cliente y el buen hacer de la cocina peruana casera con un toque chileno. Un menú es el protagonista de lunes a viernes, El martes, cocina oriental y peruana; los jueves, marisca, pero nunca falta el rey de la mesa, el ceviche, el plato más solicitado. El ceviche que sirve La Limeñita es un mero marinado acompañado de boniato y servido en una plato en forma de concha. Sencillo, sí pero rico también. De segundo, cabe destacar, por ejemplo, el Kam Lu Wantan, que responde a esa cocina de toque oriental, característica del Perú (la costa peruana comparte hábitos culinarios con la costa asiática). Para los iniciados en la gastronomía peruana, Kam Lu Wantan es el salteado de algunas carnes con verduras y soja acompañadas de un arroz largo, el complemento habitual como aquí el pan. Para completar el menú, un postre sugerente y tradicional puede ser la mazamorra morada, una especie de crema gelatinosa elaborada con melocotones, membrillo, piña y maíz morado. Casi lo mismo que de beber: la chicha, una bebida alcohólica no destilada elaborada a base de cereal triturado, zumos de mango y de maracuyá naturales. El menú está servido pero aún hay más. La Limeñita puede presumir de de otros platos tan queridos por su clientela habitual, por cierto, la mayoría, comensales catalanes, a parte de la comunidad peruana que busca la tranquilidad. Andrés saca pecho por otros conocidos de la carta como el lomo salteado cocinado con un salazón único, las papas a la huancaína, el picante de cuy (especie de cobaya) o el cuy chactado y el triunfante plato inca, la pachamanca. En la ccina cuentan con un nutricionista, el encargado de equilibrar los platos para comer rico y sano.
La pachamanca es un surtido de carnes más o menos braseadas pero no son carnes corrientes sino cordero, cuy, cordero, cerdo y gallina cocinadas a la piedra. Un plato especial que ofrecerá La Limañita para el próximo día 19 de marzo con motivo la celebración del Día del Padre, festividad que se da en Perú en el mes de julio.
Cuando se les pregunta por la competencia, responden que “abren nuevos restaurantes de cocina peruana en Barcelona pero la gente que ha pasado por aquí, vuelve”, asegura Ester, la propietaria y pareja de Andrés, “porque la gente no se va con hambre y ponemos mucha atención en el servicio”. Lo cierto es que los comentarios en las redes alienta a los cinco trabajadores de La Limañita para continuar con la tarea de cocinar hasta 185 platos que ofrece este restaurante situado en el número 61 de la calle de Provença. Aquí, el comensal puede encontrar comida tradicional de costa, de sierra y selvática del Perú con cierto aire chileno. La Limeñita, que también realiza cáterings asegura un espacio en el centro de la ciudad para comer con tranquilidad auténtica comida peruana. Y antes de salir, Andrés sirve un trago de pisco sour, cóctel típico peruano.