Cifuentes renuncia a su título de máster

Cifuentes renuncia a su título de máster

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La renuncia de Cifuentes contada en 'memes'

Cifuentes renuncia a un título, que no tiene, y Twitter se ríe a carcajadas

17 abril, 2018 10:50

En medio del revuelo que planea sobre la Presidenta de Madrid, Cristina Cifuentes y la supuesta falsificación de su master, han sido muchos los estudiantes que, a través de las redes sociales han lanzado duras críticas hacia el partido y no han dudado en defender, ante los más escépticos, el sacrificio que supone sacarse un máster.

Cifuentes no nos la cuela. Al menos a nosotros no. Tras anunciar su renuncia al título, como si de un ‘cursillo de cuatro días en Aravaca', los usuarios han flipado, y mucho. Renunciar a algo que no tienes, es un tanto extraño. De ahí, que su renuncia se haya convertido en trending topic a través del hashtag #YoRenuncio. Una explosión de memes que no ha dejado a ninguna mente creativa indiferente: 

 

cifuentes

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Tener un master no es ‘coser y pagar’ como han querido hacer ver algunos. En primer lugar, hay que tener en cuenta que para acceder a la mayoría de másteres universitarios hace falta disponer de una nota media en el expediente académico que acredite haber adquirido unos conocimientos mínimos durante la carrera. Además, no solo bastaría con estar en disposición de un título de grado, sino también elaborar una carta de motivación que convenza a la propia institución y, en algunos casos, poseer dos o más cartas de recomendación de profesionales del sector. Empezamos bien. 

 

En segundo lugar, entraríamos en el terreno económico. Por muchos méritos y referencias que obtengas, si no puedes costear los gastos de la matrícula y los de cada crédito, difícilmente llegarás a cursar un máster. Aunque existen muchas ayudas en formato de becas por parte de Ministerio y de otras empresas y entidades privadas, la elevada cantidad de solicitantes y la exigencia de los comités de selección dificulta la obtención de alguna de ellas. Es complicado, pero no imposible.

 

En tercero y último lugar, los que hayan logrado superar este arduo camino y inscribirse en un máster, se encontrarán con que les esperan horas y horas de encierros en su habitación, de entregas semanales de proyectos y de dedicación completa durante un año - quizás dos- para finalmente obtener el título. Para los valientes que decidan compaginar los estudios con un trabajo, se verán obligados a reducir su vida social a unas pocas horas a la semana si quieren sacar buenas notas y no desfallecer en el camino.

 

Así pues, hacerse con un máster no es tan fácil como parece. Nosotros nos quedamos con el sentido del humor de los usuarios en Twitter, y es que renunciar a un título que no tienes es lo más loco que hemos visto hasta ahora.