Lámparas de caña, techo azul turquesa, mensajes de alegría y un cristo redentor de plasma iluminado sobre la barra del bar. Todo son toques tropicales que aterrizan en la puerta al mar de Barcelona. Su nombre, La Carioca y es que no podía ser otro para un local auténticamente brasileño que llevan al frente Mariana y Daniela, ambas nacidas en la ciudad de Río.
Las noches de Barcelona al lado del mar ya no serán lo mismo. En los bajos del Museu d´Història de Catalunya, hay un lugar donde uno viaja a Brasil sin salir de la ciudad. Se respira forró y bossanova con sabor a caipirinha. El personal es original de Brasil, la cocina, “lo mejor, verdaderamente brasileña”, dicen los que acuden a la inauguración de este local tropical. Un espacio abierto con terraza playera pero a su vez, bien cuidada.
Así inauguró anoche sus puertas La Carioca, el último y queridísimo local de los brasileños que residen en Barcelona. “El buen hacer, el trato y la comida” son los elementos imperdibles de este bar coctelería que arranca con la intención de convertirse en un nuevo referente de las noches de verano barcelonesas. El personal recibió a los presentes, una juventud bien arreglada y en su mayoría, nativos, con bocados auténticamente brasileños: coxinhas de franco, pibil, risoles de pollo, maíz y queso, etc. Todo al punto, recién hecho para que la gente se sintiera como en un rincón de Río. Sonrisas, cordialidad y algunos pasos espontáneos amenizaban el tiempo que se adornaba con un fondo musical en directo, gracias al trabajo de un dj, que según Mariana, “tocará los jueves, viernes o fines de semana”.
El ambiente es más que agradable, se hace cómodo y capta a los paladares más caprichosos e informales de la gastronomía brasileña. Lo mismo sirven un brunch al mediodía que un mojito con gracia en la barra que luce una bandera ‘gay friendly’. Todo muy bien pensado para que todos los perfiles se sientes bien acogidos y anoche, lo consiguieron. Barceloneses, La Carioca, apunta alto.