Decenas de activistas por los Derechos Humanos, antisistemas y personas de origen inmigrante se concentraron ayer en Las Ramblas contra la ley de extranjera y las políticas de inmigración a ritmo de batukada.
Norma, nacida en Guayaquil, Ecuador; y presidenta del Sindicato de Trabajadoras del Hogar y de Cuidado, vive en Barcelona desde hace más de veinticinco años. Activista incansable y miembro de ‘Papeles para todos’ explica que “este país todavía no sabe cómo acoger a las personas que llegan de fuera”.
Personas originarias de Argentina, Marruecos, Ecuador, etc. compartían espacio y reivindicaciones con otras procedentes de Cuba, Senegal o Brasil.
Desde el mes pasado, decenas de personas protagonizan ‘la tancada’ en un espacio con puerta a la plaza Joan Amades, en el barrio del Raval (detrás del mercado de la Boquería), a escasos metros del nuevo edificio de la Massana. Un punto destacado que contrasta entre la multitud de turistas y los jóvenes estudiantes de la facultad de Història de la Universitat de Barcelona (UB). La entrada se distingue por un enorme mural pintado de grafiti
Dentro del edificio no se puede fumar ni beber alcohol y la puerta de entrada se cierra a las doce. Las paredes están llenas de papeles: desde folletos que explican como rellenar formularios como el del padrón, pasando por uno que explica los "acuerdos comunitarios" u otro que enumera las once reivindicaciones del encierro.
Muchos de los activistas tienen un nexo común, los 47 días de encierro en iglesias de Barcelona, aunque señalan que la situación ha empeorado desde entonces.
Los objetivos, de ‘la tancada’ y la concentración se concentran en una petición: conseguir "papeles" sin contrato laboral; el cierre de los CIES, la posibilidad de empadronarse sin domicilio o que se supriman los exámenes para obtener la nacionalidad.