Una ruta por el legado marcado por algunas prácticas abusivas hacia otras personas y otros territorios. Se trata de la ruta americana que organiza Casa América Catalunya en Barcelona.
El recorrido de dos horas desvela detalles sobre los estrechos vínculos que la capital catalana guarda con América, desde Alaska hasta la Tierra del Fuego. La ruta, diseñada y conducida por el escritor y periodista Héctor Oliva, propone mirar a Barcelona desde otra perspectiva.
La ruta comienza en la plaza donde ha estado erigida la estatua de Antonio López hasta hace tres meses. Uno de los personajes más representativos de la ciudad que a finales del siglo XIX monopolizaba el mercado procedente del tráfico de los transatlánticos, además de gestionar grandes compañías del Estado. Muy respaldado por la monarquía hasta la guerra de Cuba.
La ruta sugiere ir con la mente abierta. Héctor Oliva explica una cantidad de símbolos aún presentes en la fachada de los Portxos d´en Xifré que delatan el origen millonario por el que se levantó el edificio. Gracias al mercado de esclavos, del cacao, del tabaco y sobretodo, de los curtidos y el cuero que se fabricaba en la isla de Cuba.
Tras el Decreto de Libre comercio de 1765, Barcelona, como lo había hecho Cádiz tiempo atrás, surca los mares hasta el continente americano y la venta del producto local (como el vino o el aceite) y la compra de algodón, revolucionan la industria catalana, afamada por el textil.
Barcelona le debe a América, algunos palacios, como el Moja o el de la Virreina, algunos edificios emblemáticos como La Pedrera y su estrecha relación con Guatemala o el Palau Güell y algunas mentes pensantes como la del ingeniero y co-fundador de los Ferrocarriles de Catalunya, Carlos Emilio Montañés, quien trajo a Pearson, inversor de ‘La Canadiense’, primera compañía que generó luz eléctrica a la ciudad.
Estos referentes tan históricos como presentes, junto a una serie de hazañas económicas y diplomáticas, como la del consulado mexicano durante el régimen franquista, son algunas de las historias que explica Oliva en la ruta Barcelona Americana. Un paseo inspirado en su propio libro Veinte historias de la Barcelona americana publicado por la editorial Base.
Apenas se ha contado la relación fructífera que hubo entre la capital catalana y el continente americano. Un vínculo que hizo posible construcciones y espacios carismáticos y famosos, hoy símbolos de la ciudad, pero cuya historia guardan pasajes tenues, gloriosos y a la vez, infames, como de otras épocas de la Europa más conquistadora.