En el rancho Lake Preston (Australia) vive Knickers, una vaca que dobla las medidas de una vaca normal. Su propietario, Geoff Pearson, ya lo tiene claro y la ha bautizado como la vaca más grande de Australia.
¿Quién le iba a decir a Knickers que su tamaño sería su salvación? La vida de un macho está destinada a terminar en el matadero a los dos o tres años para poder vender su carne para su consumo, pero los 1.400 kilos y 1,94 metros de Knickers lo impidieron. Pearson explicó que “es demasiado grande para las especificaciones del matadero, demasiado pesado para las máquinas y seguramente estaría colgando tocando el suelo, cosa que generaría problemas de contaminación y sus cortes sería demasiado grandes”. Por estos motivos, fue imposible sacrificar al animal.
Knickers vive una segunda vida en su granja al oeste de Australia, pastando libremente. Su propietario no sabe el porqué de su tamaño y se limita a decir que “es solo una cosa rara”. La teoría más convincente es que, a diferencia de otros novillos que se venden con dos o tres años a plantas procesadoras, esta vaca pudo desarrollarse hasta los 7 años. Viendo a Knickers, sólo podemos decir: ¡vaya vaca!