Siempre hemos concebido el color violeta como el representativo del feminismo. Al igual que muchos otros representan otras ideologías, el violeta es un símbolo de lucha por la igualdad de género. Aunque toda nuestra vida lo hayamos visto de esta manera, tiene una explicación. 

Mujer protestando en los Estados Unidos



La versión más aceptada es la que vincula el color violeta con los hechos que ocurrieron en una fábrica textil de Estados Unidos en 1908. Las trabajadoras de la empresa Cotton New se declararon en huelga para protestar por las condiciones laborales, el bajo salario y los malos tratos. El dueño de la compañía quiso terminar con las movilizaciones de la forma más violenta y dramática. Prendió fuego al edificio y eso provocó que 129 mujeres que se encontraban dentro protestando por sus derechos muriesen quemadas. 

Cuenta la leyenda que las empleadas estaban trabajando con telas de color violeta, cuando estas ardieron produjeron un humo violeta que salió por la chimenea de la fábrica dejando ir todo el dolor que habían sufrido las pobres mártires. Por eso quedó el color como representante de la lucha feminista. 

Protestas feministas en la calle Travessera de Dalt / VAGA FEMINISTA GRÀCIA vía TWITTER



Hay otras teorías que aseguran que se escogió el violeta por ser el conjunto del rosa, color que suele representar a las mujeres, y el azul, representativo de los hombres. O la que argumentaba la activista inglesa del siglo XIX, Emmeline Pethick: "El violeta, color de los soberanos, simboliza la sangre real que corre por las venas de cada luchadora por el derecho al voto, simboliza su conciencia de la libertad y la dignidad".

Mujeres protestando en los Estados Unidos



 

Según la teoría feminista las gafas con las que se debe mirar al mundo son de color violetas, porque llevarlas puestas significa mirar el mundo y darse cuenta de las situaciones injustas que padecen las mujeres de todo el mundo por el simple hecho de serlo.

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