Todo el mundo debería recibir un ramo de flores al menos una vez en su vida. El regalo puede ser típico, pero también una de las muestras de cariño más bonitas que se puedan realizar. Cada persona reacciona de forma distinta cuando le entregan un manojo, pero todas son bonitas: llorar de alegría, sonreír a más no poder, dar saltos de la emoción o incluso abrazar al repartidos. Momentos preciosos que la persona que envió el presente se pierde. Al menos, hasta ahora.
Florster, una floristería de Barcelona, graba el recorrido de las flores y el momento de la entrega. Los vídeos son muy emocionantes, y quien envía el regalo puede vivir cómo su ser querido ha reaccionado ante el ramo. Llorar, dar saltos de alegría, abrazar al mensajero o hasta invitarle a una fiesta. Son reacciones curiosas que ha vivido en persona o que ha visto en los vídeos Manuel, cofundador de la empresa. "Todas ellas naturales", afirma el empresario a BMagazine.
La startup cuenta con diferentes estrategias para que los receptores de las flores reaccionen de manera espontánea. El ramo de flores siempre está a la altura del ombligo del mensajero, así el receptor debe bajar la mirada para apreciar las preciosas flores. La cámara, en cambio, la llevan en el casco (hacen las entregas en bici). Las medidas surgen efecto. "La mayoría no se da cuenta de la cámara hasta que el mensajero se lo comenta", explica el empresario.
Volviendo a las reacciones más curiosas, Manuel admite que los restaurantes son donde ocurren las entregas más espectaculares. Las flores llaman la atención de los comensales y todos siguen con la mirada al mensajero. Cuando el mensajero llega a la mesa donde debe entregar el ramo, el local queda en silencio, todos expectantes de ver qué ocurre. A los pocos segundos todos empiezan a aplaudir.
Florster se convierte en el regalo perfecto para todos los que viven lejos de sus seres queridos. Una manera fácil de enviarles flores y de ver cómo se emocionan al sentir todo el cariño que ponen en el obsequio. Además, al estar grabado, es un momento que podrán revivir cuando se reúnan. Una experiencia inolvidable con unos ramos preciosos, llenos de flores de temporada para que alegren una estancia del hogar.