Ser influencer se ha convertido en un trabajo para muchos. Los que tienen más influencia aprovechan para difundir valores, ideas o incluso para comercializar los productos con los que pactan acuerdos. Hasta ahí todo bien, el problema viene cuando intentan enmascarar un fraude e intentar que este parezca una propuesta lícita o solidaria. Eso es lo que les ha pasado a los influencers alemanes Catalin Oc y Elena Engelhardt. Las redes no les han dejado de acribillar desde que anunciaron su última idea.
Estos, ni cortos ni perezosos, iniciaron una campaña con el objetivo de conseguir 10.000 euros para ir de vacaciones a África. Alegaron que la influencia que tienen al contar con casi 40.000 seguidores ayudaría a concienciar a la gente sobre las penurias que pasan los habitantes de ese país. "Algunos simplemente nos dicen que tengamos un trabajo como el resto de personas y que dejemos de pedir. Pero cuando tienes el impacto que tenemos nosotros en la vida de los otros tener un trabajo no es una opción", "podríamos ser modelos y ganar dinero rápidamente, pero no queremos hacer publicidad del consumismo. Un trabajo normal en este punto sería perjudicial", escribió la pareja en una publicación.
INFLUENCER A COSTA DE SU FAMILIA
Por si no fuera suficiente, la madre de Catalin tiene dos trabajos para poder mantener el lujoso y flexible estilo de vida de su hijo. Al conocer todos estos detalles, las redes no han tardado en explotar. Los seguidores de la pareja han mostrado su indignación y han resaltado la poca vergüenza que tienen por pedir dinero para viajar y hacer postureo, cuando hay personas mucho más necesitadas.